El primer sacerdote que pisó tierra mexicana fue el mercedario Bartolomé Olmedo, amigo, capellán y consejero de Hernán Cortés. Aunque en México no pudieron fundar los mercedarios hasta el año 1594 y así penetra, entre los primitivos habitantes de México, la devoción a la Virgen de la Merced, la semilla mariana que aportó el padre Olmedo dará su fruto y los mexicanos concentrarán su amor a María en Nuestra Señora de Guadalupe. En conclusión: con la evangelización de América, en la que la Orden de la Merced participó desde sus mismos inicios, la devoción a la Virgen de la Merced se extendió y arraigó profundamente en todo el territorio americano. Con fundamento se puede afirmar que la primera advocación mariana de toda la América hispana fue y es la Virgen de la Merced: Panamá, Guatemala, México, Venezuela, Colombia, Ecuador, Argentina, Chile y en especial Perú tienen como advocación mayoritaria a nuestra Señora de la Merced. La devoción a la Virgen en Hispanoamérica será un rasgo distintivo de la religiosidad de estas gentes que quedará arraigado muy profundamente en la piedad popular del pueblo americano.
Nuestra Señora de la Merced (Ciudad de Oaxaca) México
11 sábado Ago 2018
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