Domingo 1º de Adviento – Ciclo C
«Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del Cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación».

El Párroco

* ¡La boca calumniadora mata! (Sabiduría).

* «Señor, aquí, en esta vida, quema, corta, con tal de que me perdones en la Eterna» (San Agustín).

* «No temáis os anunció una buena noticia, una gran alegría, que es para todo el pueblo: os ha nacido hoy un Salvador que es Cristo el Señor, en la ciudad de David» (2, 10-11)

* Ya sabemos que el hombre viene del mono y la mujer de una mona. Por eso han montado este tinglado de la «violencia». Acabo: venimos de Dios y sólo Dios puede darnos la felicidad temporal y la eterna.

* El recuerdo de nuestra muerte, nos ha de hacer pensar que no contamos más que de un tiempo limitado para llevar a buen término nuestra vida. Porque con la llegada de la muerte termina el tiempo de hacer méritos para la salvación eterna. «Yo no muero entro en la vida» (Santa Teresa del Niño Jesús).

* «El comunismo es la mayor tiranía y esclavitud que ha conocido los pueblos. Y la actual revolución cultural en un intento de divorciar el pensamiento de Dios, en la desesperanza del existencialismo, de las drogas, de los suicidios, la desesperación y el asesinato del aborto» (Mossèn José Ricard Torrens).