Montserrat
Caos filosófico
Un serio estudio histórico nos podría ayudar a encontrar una salida de esa jungla, pero tendremos que luchar contra muchos obstáculos contemporáneos. El relativismo dominante, que conspira contra la posibilidad de una síntesis basada en principios permanentes, es un obstáculo a dar sentido de unidad objetivo a la realidad contemporánea. Ese relativismo ha entrado en la Iglesia, como denunciaba el cardenal Ratzinger y como puede ver cualquier observador objetivo de la realidad contemporánea. (Mons. Ignacio Barreiro Carámbula – Verbo)
Bandas terroristas
Octavio Paz, que en estas cuestiones hila muy delgado, ha visto que la consecuencia de esta inversión del radicalfascismo es la inversión del bolchevismo. Esa inversión del bolchevismo consiste en que “los herederos de los rebeldes juveniles de los años sesenta son las bandas terroristas de los setenta”. (Aquilino Duque – Razón Española)
El mandato imperativo
Queremos también que, como vínculo entre el elector y el elegido, exista el mandato imperativo. Ya sé yo que contra el mandato imperativo han esgrimido sus armas las escuelas doctrinarias; ya sé que contra él dicen que resuelve antes de discutir, y que con eso, en cierto modo, se mata el régimen parlamentario. (Juan Vázquez de Mella – El Verbo de la Tradición)
Deseos de Dios
Oh Dios Eterno, Bondad misma, inconcebible en Tu misericordia por ninguna mente humana ni angélica, ayúdame, una niña débil, a cumplir Tu santa voluntad, tal y como me la das a conocer. No deseo otra cosa que cumplir los deseos de Dios. He aquí, Señor, mi alma y mi cuerpo, mi mente y mi voluntad, mi corazón y todo mi amor y dispón de mí según Tus eternos designios. (Santa María Faustina Kowalska – Diario – La Divina Misericordia en mi alma)
Refutación del voluntarismo
El propio Gambra, siguiendo las observaciones de Aristóteles, sostuvo la verdad: partiendo de la unidad substancial del ser humano y de su natural sociabilidad, se debe decir que la sociedad es fruto de la humana naturaleza, por lo que toda sociedad lleva “el sello del espíritu y, con él, de la moralidad”, porque la naturaleza humana se caracteriza por el obrar libre y finalista. Lo que comporta una refutación del voluntarismo contractualista al tiempo que una fundamentación realista de la sociedad política. (Juan Fernando Segovia – Verbo)
Apetencias personales
Una sociedad no puede basarse en rupturas. La comunidad humana sólo tiene dinamismo y vida si está estructurada. La estructura de la vida interpersonal deben crearla los hombres con esfuerzo y responsabilidad y con el entusiasmo que infunde el servicio a una gran tarea que desborda en valor todo interés individualista, por fuerte que parezca. Las personas formadas saben establecer las debidas prelaciones con libertad interna frente a las apetencias personales. (Alfonso López Quintás – Manipulación del hombre en la defensa del divorcio)
Héroes de la caridad
Y todo esto es pura intransigencia en el verdadero amor, y por esto es suma caridad, y los tipos de esta intransigencia son los héroes más sublimes de la caridad, como la entiende la verdadera Religión. Y porque hay pocos intransigentes, hay en el día pocos caritativos de veras. La caridad liberal que hoy está de moda es en la forma el halago y la condescendencia y el cariño; pero es en el fondo el desprecio esencial de los verdaderos bienes del hombre y de los supremos intereses de la verdad y de Dios. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
Lo es, finalmente, en orden a Dios cuando por su gloria y por su servicio se hace necesario prescindir de todas las consideraciones, saltar todas las vallas, lastimar todos los respetos, herir todos los intereses, exponer la propia vida y la de los que sea preciso para tan alto fin. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
La Revolución francesa y la revolución comunista demuestran que la revolución puede derrotar sociedades que han sido erosionadas tanto por fuerzas externas como por un proceso de corrupción interna y por la incapacidad de sus dirigentes. El proceso revolucionario jamás tiene posibilidades de éxito contra sociedades fuertes que están ancladas en valores permanentes y que tienen buenos dirigentes. (Mons. Ignacio Barreiro Carámbula – Verbo)
No lo entiende así el Liberalismo moderno, pero entiende mal en no entenderlo así. Por esto tiene y da a los suyos una falsa noción de la caridad, y aturrulla y apostrofa a todas horas a los católicos firmes, con la decantada acusación de intolerancia e intransigencia. Nuestra fórmula es muy clara y concreta. Es la siguiente: La suma intransigencia católica es la suma católica caridad. Lo es en orden al prójimo por su propio bien, cuando por su propio bien le confunde y sonroja y ofende y castiga. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
Así en guerra justa, como se hieren y se matan hombres por el servicio de la patria, se pueden herir y matar hombres por el servicio de Dios; y como con arreglo a la ley se pueden ajusticiar hombres por infracción del Código humano, puédanse en sociedad católicamente organizada ajusticiar hombres por infracción del Código divino, en lo que obliga éste en el fuero externo, lo cual justifica plenamente a la maldecida Inquisición. Todo lo cual (cuando tales actos sean necesarios y justos) son actos de virtud, y pueden ser imperados por la caridad. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)