Jesucristo cambió a Simón su nombre por el hebreo Cefas (piedra). Así nos consta por Juan 1,42; Marcos 3,16; Lucas 6,14. Cuando Dios cambia o impone un nombre a una persona, ese nombre indica de por sí la nueva misión que le confía. Así, Abram es llamado Abraham porque es constituido padre de muchas naciones (Génesis 17,5); Jacob es llamado Israel, o fuerte (Génesis 32,28; 35,9-11); los hijos de Oseas reciben nombres que indican la voluntad de Dios con respecto al pueblo escogido (Oseas 1,4-9). Por eso el nuevo nombre de Simón nos indica la misión especial de San Pedro en la Iglesia.
Esta misión especial está contenida en el texto de Mateo 16,18. San Pedro será el fundamento de la Iglesia. San Mateo escribió su Evangelio en arameo, y así la frase recibe su plena justificación y sentido con el juego de palabras Sigue leyendo




