José Guerra Campos
Obispo de Cuenca
Separata del “Boletín Oficial del Obispado de Cuenca”
septiembre de 1974
Cuando un hijo de la Iglesia actúa en el orden político lo hace, sin duda, bajo su propia responsabilidad. La Iglesia no es responsable, y tampoco juez, de las determinaciones legítimas que corresponden al ejercicio de la prudencia política, en las que la autoridad moral viene directamente de Dios. Pero la Iglesia alaba a quien se inspira en los principios cristianos, se entrega con amor al servicio del pueblo y respeta y favorece su propia misión espiritual.
A Francisco Franco se puede aplicar lo que el Cardenal, Enrique Tarancón dijo solemnemente hace pocos meses de uno de los colaboradores más identificados con su obra de gobierno: «La actividad desarrollada en servicio de la Patria por este hermano nuestro no es algo ajeno a sus creencias religiosas ni independiente de ellas, sino que es fruto de las mismas, o, cuando menos, algo que esas creencias iluminan y profundizan (…) El servicio a los demás, particularmente cuando este servicio tiene una responsabilidad comunitaria y nacional, cuando en él se pone recta intención y espíritu de entrega…, es no sólo una virtud patriótica, sino también una virtud religiosa que será recompensada por Dios». Sigue leyendo →