Una Epopeya misionera
Padre Juan Terradas Soler C. P. C. R
Los Papas del descubrimiento (1492-1525) (7)
Julio II
El 28 de julio de 1508, Julio II publica su famosa Bula del Patronato, encabezada “Universalis”. Se otorga, en su virtud, a los monarcas españoles, el derecho de presentar, para las dignidades eclesiásticas, las personas idóneas que fuesen gratas a su real ánimo. Si transcribimos un fragmento de este documento pontificio es, según nuestro plan, porque incluye un verdadero juicio sobre la colonización americana. Pero esta vez el Papa no habla sólo de intenciones misioneras. Se trata ya de hechos positivos. Después de dieciséis años que España lleva trabajando en las Antillas para la conversión de los naturales, se “empiezan a cosechar frutos considerables. En varias islas se han establecido misiones florecientes, y son continuos los destacamentos de frailes que salen de la península para misionar en el Nuevo Mundo. El Papa, complacido, da testimonio de estos primeros éxitos apostólicos.
“Julio Obispo, Siervo de los siervos de Dios, ad perpetuam rei memoriam.
A la verdad, estos últimos tiempos, nuestro carísimo, hijo en Cristo, Fernando, Rey ilustre de Aragón y de Sicilia, e Isabel, de esclarecida recordación, Reina de Castilla y de León, después de haber arrojado de España el secular yugo sarraceno, han penetrado el Océano y han llevado el saludable estandarte de la Cruz a tierras desconocidas. De tal manera que dieron cumplimiento -en cuanto de su parte estaba- a aquel dicho de la Escritura: “In omnem terram exivit sonus eorum” (en toda la tierra fue oída su voz). Han conquistado en el hasta ahora desconocido hemisferio, muchas islas y continentes, en particular aquella tan poblada y rica que han llamado “Nueva España”…
Así, pues, siendo muy conveniente al Rey que dichas iglesias y monasterios sean gobernados por personas de confianza, gratas y aceptas… (concedemos) el derecho de patronato y de presentar las personas idóneas…”