
Publicado por manuelmartinezcano | Filed under Artículos - Contracorriente
29 martes Oct 2019
29 martes Oct 2019
Posted in Semillicas
Padre Cano, m.C.R.
* Sin Cristo -Dios y Hombre verdadero- no hay fraternidad humana.
* Quiénes hacen el voto de obediencia gozan de la libertad de los hijos de Dios.
* Las ideologías políticas modernas, son impuestas a los ciudadanos y a los pueblos.
* Quién piensa que se ha creado a si mismo, y puede hacer lo que le da la gana, está endemoniado.
* El cardenal Müller ha dicho: «Jesús dio su vida para la salvación de los hombres, no del planeta».
* «Aunque Jesucristo murió por todos, no todos se aprovechan del beneficio de su muerte» (Concilio de Trento).
* «El que justifica o permite el aborto pierde el derecho a recusar moralmente el terrorismo» (Obispo José Guerra campos).
28 lunes Oct 2019
Posted in Hispanoamérica. La verdad
Una Epopeya misionera
Padre Juan Terradas Soler C. P. C. R
Los resultados obtenidos por la providencial Epopeya Evangelizadora, son algo grandioso y único en su género: fe y santidad, lengua y cultura, sangre y héroes (18)
El ideal del reinado “colonial” de Jesucristo, sublimente realizado en la América hispana, fue el ambiente propicio en que la epopeya misionera halló su fecunda expansión (2)
Una parecida disociación de fuerzas—como explican los propios autores franceses—retardó el desarrollo de las después tan florecientes misiones del Canadá. En efecto, los apóstoles católicos de esa región no recibieron apoyo ni se vieron protegidos firmemente por el gobierno de la metrópoli hasta que Richelieu, en 1627, tomó seriamente a su cargo la nueva cristiandad. Leemos a este propósito en la revista “Verbe”: “La historia de las grandes empresas; coloniales ofrece, a quien la estudia con atención la prueba más convincente de la importancia de la espada temporal con respecto a la evangelización de los pueblos. Quien no se preocupa por descubrir las causas de los sucesos se asombra naturalmente, al ver cuán difíciles fueron los comienzos en el Canadá, mientras que los españoles habían conquistado tan fácilmente su vasto imperio”. Y el articulista descubre acertadamente el motivo de la diversidad de resultados de conversión en las diferentes circunstancias en que se hallaban ambas metrópolis. Mientras la España del siglo XVI, pletórica de fuerzas humanas y espirituales, gozaba de la unidad religiosa y política, que le procuró la energía de sus católicos reyes, Francia se veía entregada a las guerras de religión y a luchas políticas extenuantes. Hasta el advenimiento de Richelieu, y de Luís XIV después, no fue Francia propiamente Un Estado misionero.
No sucedió así en la colonización iberoamericana. Lo que en las Reducciones—por las particulares, y temporales circunstancias del país—era unidad de poder, en el resto del inmenso dominio español era unión de poderes, distintos entre sí, pero siempre con un marcado tinte de soberanía de lo religioso sobre todas las manifestaciones de la vida social. La vida colonial estaba toda ella penetrada de lo religioso, si cabe más que en la península, por haberse podido levantar allí de planta todo el edificio social cristiano sin miramientos, con tradiciones o privilegios más o menos profanos. En la América colonial española Jesucristo presidía todas las instituciones, desde las audiencias virreinales hasta los concejos y ayuntamientos del interior. Y tanto las solemnes tomas de posesión de los virreyes y ministros reales cómo los sencillos nombramientos de alguaciles, todo se hacía en el nombre augusto de la Santísima Trinidad. ¡No había sociedad más exenta de liberalismo que la formada por las colonias hispánicas!
¡Clericalismo!, exclamarán los católicos liberales. Catolicismo, y Romanismo, y Evangelio, afirmamos con decisión nosotros, respaldados por toda la doctrina pontificia de ciento cincuenta años, para no decir de veinte siglos.
Porque la Iglesia siempre ha sentido idénticamente respecto a la conjunción de los dos poderes.
La prueba más adecuada para nosotros es que ella misma inspiró la estructura social de las Españas ultramarinas, tal como acabamos de exponerla. Los adversarios del Catolicismo lo sabían bien, y, por ello, al tomar a aquel régimen como blanco de sus invectivas, no lo separan de la misma Esposa de Cristo. Y aun algunos—como el cínico Déberle—tienen el blasfemo atrevimiento de reprender directamente a la Iglesia por haber permitido tantos “desmanes”.
Lo cual nos confirma en nuestra posición doctrinal y en nuestra “tesis colonial”: “Ladran, luego cabalgamos”.
Pío XII no albergaba seguramente diversos sentimientos cuando al dirigir complacido sus recuerdos a aquellos felices tiempos de la Reducciones—extremada contextura a que puede llegar la unión de la Iglesia y el Estado—veía en ellas “realizada, como quizá no se ha realizado jamás en la historia, la idea del Reinado de Jesucristo en lo que tiene de íntimo para el alma y en lo que tiene de majestuoso para los pueblos”.
28 lunes Oct 2019
Posted in Mostacicas
Don Manuel
* La democracia es una estafeta
* Quiénes odian la verdad y el bien son esclavos de Satanás.
* El Cambio Climático ya está solucionado: más impuestos y salarios más bajos.
* «Esto es lo que debéis cumplir: «Decid la verdad al prójimo» (Profeta Zacarías).
* Los que pretenden destruir la naturaleza creada por Dios, están endemoniados.
* Jesucristo se manifiesta al mundo por medio de las personas sencillas y humildes.
* «La libertad sin orden moral es negación de sí misma, es la peor esclavitud» (Obispo José Guerra Campos).
* Señoras y señores: La democracia es eso que están viendo. Sin ley, sin prudencia, la vuelta a la selva. Lo que es satánicamente superior, los asesinatos de niños y niñas en los abortorios democráticos.
27 domingo Oct 2019