La Virgen de los Remedios, también conocida como Virgen del Remedio, Virgen del Buen Remedio o Virgen de Gracia y del Buen Remedio, es una Advocación Mariana que se venera en la Ermita de los Remedios (Valencia de Alcántara) y en España. La primera referencia de su imagen data del año 1700 y está ligada desde sus orígenes a la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos, conocidos como Trinitarios, fundada por San Juan de Mata y San Félix de Valois y aprobada por el Papa Inocencio III el 17 de diciembre de 1198; extendiéndose a partir del siglo XIV por Europa y América. El Papa San Juan XXIII aprobó en 1959 el patronazgo de la Virgen de los Remedios para toda la Familia Trinitaria. Numerosas ciudades han tomado a esta advocación como su patrona, y muchas iglesias y templos están consagrados a su nombre.
Nuestra Señora Santa María de los Remedios de Fregenal de la Sierra (Badajoz)
Nuestra Señora Santa María de los Remedios es patrona de Fregenal de la Sierra desde el año 1506. El 27 de abril de 1906 fue Coronada Canónicamente siendo Papa de la Iglesia católica Pío X y obispo de Badajoz Félix Soto Mancera, encargado de coronar a la imagen en el Paseo de la Constitución.
En 1956 fue nombrada Capitana General de las Fuerzas Españolas, siendo Jefe del Estado español el General Francisco Franco Bahamonde.
Leyenda
Dice la leyenda que siglos atrás estaba un pastor con sus ovejas en el campo junto al llamado Cerro del Rodeo. Este conocía un pozo situado en esta zona, así que decidió ir a por agua. Cual fue suya la sorpresa cuando vio una pequeña muñeca en el fondo. Consiguió sacarla para llevársela a su hija al pueblo, por lo que la metió en su zurrón. Al llegar a casa vio que la muñeca no estaba en el zurrón. Al día siguiente volvió de nuevo y encontró la muñeca en el pozo. Esta vez decidió guardarla en la manga de la camisa haciéndole un nudo por el agujero, pero esta vez no funcionaron los trucos del pastor. Otra vez se la encontró e hizo lo mismo que la otra vez, pero esta vez hizo dos nudos, uno arriba y otro abajo, aunque falló. Tres veces más ocurrió lo mismo, así que decidió ir a ver al cura del pueblo. Este averiguó que debía ser obra de la Virgen y se decidió edificar una ermita en lo más alto del Cerro del Rodeo, muy cerca del pozo. Una vez empezaron a hacer la ermita, se dieron cuenta de que cada día encontraban destruido el doble de lo construido, debido a que aquel lugar no era del agrado de la Virgen. Así, fueron cambiando de lugar hasta encontrar aquel en el que aparecía construido el doble de lo que llevaba, señal de aprobación de la Virgen. Allí se encuentra aún hoy en día la ermita.