Dijo Jesús: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno».

El Párroco

* Todo pecado es la idolatría de uno mismo.

* Sin humildad no hay vida de perfección espiritual.

* El hombre que vive de Dios no se preocupa de cualquier cosa.

* Nuestro amigo Rodrigo ha calificado al hombre de siglo XXI como: “el nombre pornográfico”. La pornografía lleva al infierno.

* Los demonios nos tientan con engaños, imaginaciones, excitaciones, malos pensamientos, para que pequemos y nos condenemos como ellos están condenados eternamente: “Estad alerta y velad, que vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente anda en torno vuestro mirando a quién devorar” (1ª Pe 5, 8).

* La Sagrada Escritura ofrece los ejemplos de las caídas en pecado de nuestros primeros padres (Gen 3, 1ss), la traición de Judas (Jn 13, 2 y 27), la negación de Pedro (Lc 22, 31), la mentira de Ananías (Hch 5, 3), etc., para que estemos alerta, vigilemos y no hagamos caso nunca a los demonios.

* El diablo podrá tentarnos, pero con la gracia de Dios, podemos vencerle siempre. En la tentación debemos acudir a la Virgen Santísima, al Ángel de la Guarda y a todos los santos; usar agua bendita, hacer la señal de la cruz y los actos de fe, esperanza y caridad.