* “No olvidemos en nuestras fervientes súplicas a los que sucumbiesen llamándose nuestros enemigos. Eran hermanos nuestros, hijos del Padre común, y la misma Madre Patria nos cobijó en sus amores brazos” (Alfonso Carlos).
* “El silencio consiste en vaciarse para dejarse llevar por Dios. Como alguien decía, el silencio es el taller de Dios. En el silencio, Dios va trabajándonos por dentro, van moldeándonos, tallándonos a su imagen, puliendo las aristas que nos desfiguran” (José Ricart Torrens, Pbro.)
* He leído y oído gravísimas calumnia contra Franco en labios impíos y píos. La única explicación razonable de esas calumnias es satánica. El mismo Satanás padre de la mentira, ha lanzado a sus lacayos contra San Francisco Franco Bahamonde. ¡Franco Santo!
* Sesenta y tres millones de abortos en Norteamérica. Está claro, la democracia asesina niños y niñas.
* Por un privilegio especial de la gracia, la Virgen María también, estuvo inmune de todo pecado personal durante toda su vida.
* En su visita a España, San Juan Pablo II, dijo que España es tierra de María Santísima. Teólogos y obispos españoles defendieron docta valientemente que la Virgen era Inmaculada en los concilios de Basilea y Trento (1439).
* Los reyes Juan I de Aragón y Alfonso V levantaron templos a la Inmaculada y celebraron su fiesta “como si fuera domingo”. Los Reyes Católicos consagraron a la Inmaculada la mezquita mayor granadina. Carlos V firmó en Toledo los estatutos de la primera Cofradía de la Inmaculada y Felipe II grabó la Inmaculada en su escudo.
Otro aspecto en el que brilló la Iglesia en esta época fue, sin duda, en el arte; particularmente la arquitectura, como lo demuestran sus grandes templos medievales. En su construcción y ornamentación se llegó a una perfección tal que, como han reconocido artistas de todos los tiempos, no ha sido después igualada.
El estilo románico aparece en Lombardía en el siglo IX. En el siglo X se introdujo en Centroeuropa y todo Occidente: catedrales de Maguncia, Worms, Espira, Fulda y Tréveris en Alemania. San Sermín de Toulouse, Notre Dame la Grande de Poitiers, la de Clermont, Cluny y Saint-Germain-des Pres en Francia. Catedrales de Pisa, Módena, Parma, San Ambrosio de Milán, San Marcos de Venecia en Italia.
La Iglesia de San Isidoro de León, catedral de Jaca, San Martín de Frómista, Catedral de Santiago de Compostela, con su magnífico pórtico de la Gloria, San Vicente de Ávila, catedral de Zamora, colegiata de Toro, Monasterio de Ripoll y otros muchos monasterios en España.
La imaginería tuvo un desarrollo más lento. Hasta el siglo X apenas tenemos otros ejemplos que los relieves de los sarcófagos. Pero con el desarrollo del románico y el gótico, encontramos multitud de imágenes en los púlpitos, coros, altares y, sobre todo, en las fachadas de las catedrales, y en otros edificios de los siglos XI, XII y XIII.
Más lento aún fue el progreso de la pintura. Comenzó a manifestarse con vida propia, independiente de los cánones bizantinos, a finales de la Edad Media, en las vidrieras de colores de los grandes ventanales, que tanta belleza comunicaban a los edificios góticos.
– EL GÓTICO
Del llamado estilo de transición, en el que aparecen los nuevos elementos del gótico, tenemos en España los monasterios de Poblet, Veruela, San Cugat del Vallés, etc. y las catedrales de Tarragona, Cuenca y Ávila.
El estilo gótico aparece por primera vez en la Isle de France, con su monumento más antiguo, San Dionisio de París, de 1140. Fue en Francia donde se desarrolló más rápidamente el nuevo estilo. Los ejemplos más notables son las catedrales de Reims, Lyon, Notre Dame de París, de Chartres y Amiens.
Pronto se extendió el gótico por toda la Cristiandad, alcanzando su máximo apogeo en los siglos XIII y XIV. Son modelos preciosos las catedrales de Tréveris, Marburg, Colonia, Friburgo, Ratisbona, en Alemania. Las catedrales de Milán, como, Padua, Florencia, Sena en Italia. Las catedrales de Cantorbery, Lincoln, Worcester, York en Inglaterra. Santa Gúdula de Bruselas en Bélgica.
Entre los grandes monumentos de estilo gótico de España podemos citar las tres grandes catedrales de Burgos, León y Toledo; las de Burgo de Osma, Barcelona (1289-1329), Plasencia, Sigüenza, Oviedo, San Miguel de Palencia; los monasterios de Santa María de Huerta, las Huelgas, Osera, Santas Creus, Oña, Cardeña, etc.
– DECADENCIA DEL PONTIFICADO
Los principios básicos de la unidad religiosa y de la hegemonía del Pontificado, característica de la Edad Media, se fueron desmoronando a partir de la estancia de los Papas en Aviñón y, sobre todo, a raíz del cisma de Occidente. A este periodo se le denomina Baja Edad Media.
Con el ocaso de la Edad Media, se inicia la decadencia de la vida eclesiástica que se manifiesta en la relajación del clero, en los abusos de la Curia pontificia y en la corrupción de costumbres del pueblo cristiano. En estas circunstancias bastó una chispa lanzada por Lutero para que prendiera en toda la Cristiandad el fuego de la rebelión religiosa más radical que se ha conocido. Naciones enteras quedaron separadas de la Iglesia. En otras naciones, sus habitantes se dividieron en dos campos bien deslindados: los católicos y los protestantes.
La división de la Cristiandad hizo desaparecer el aprecio y estima de la unidad religiosa que había sido el ideal supremo de los cristianos de la Edad Media.
En el campo católico se organizó la reacción que alcanzó frutos importantes en los siglos XVI y XVII. El concilio de Trento puso los fundamentos de la verdadera Reforma, en la que colaboraron Pontífices ilustres y grandes santos que fundaron un verdadero ejército de Órdenes religiosas. La vida y actividad de la Iglesia tomó un rumbo nuevo y se renovó y acomodó a su tiempo para poder luchar contra sus nuevos adversarios.