«¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas? Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si aquel criado dijere para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles. El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos. Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá».

El Párroco

* Los judíos de la Sinagoga de Satanás difunde una ética bestial.

* “En el orden de las doctrinas el liberalismo es la herejía universal y radical, porque las comprende todas: en el orden de los hechos es la infracción radical y universal porque todas las autoriza y sanciona” (Saldrá y Salvany).

* “Procure siempre inclinarse: no a lo más fácil, sino a lo más dificultoso; no a lo más sabroso sino lo más desabrido, no a lo más gustoso sino antes a lo que da menos gusto, no al descanso sino a lo trabajoso, no andar buscando lo mejor de las cosas temporales, sino lo peor” (San Juan de la Cruz).

* El testamento de Franco es el impresionante testimonio de un español santo “Españoles al llegar para mí la hora de rendir la vida ante el Altísimo y comparecer ante su inapelable juicio, pido a Dios que me acoja benigno a su presencia, pues quise vivir y morir como católico. En el nombre de Cristo me honro y ha sido mi voluntad constante ser hijo fiel de la Iglesia, en cuyo seno voy a morir” ¡Franco Santo!

* El arcángel San Gabriel dijo a la Virgen: “Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo… y su reino no tendrá fin. El Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios” (Lc 1, 31-35).

* María es reconocida en los evangelios como “la madre de Jesús” (Jn 2, 1). Isabel la proclama “La madre de mi Señor” (Lc 1, 43), antes del nacimiento de Jesús. La Iglesia ha enseñado siempre que María es Madre de Dios. El símbolo apostólico dice que el Hijo de Dios “nació de María Virgen”.

* El concilio ecuménico de Éfeso (431) definió solemnemente que: “no nació primeramente un hombre vulgar de la Santa Virgen, y luego descendió sobre él el Verbo, sino que, unido desde el seno materno, se dice que se sometió a nacimiento carnal, como quien hace suyo el nacimiento de la propia carne”.