«Señor, ¿son pocos los que se salvan?». Él les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo: Señor, ábrenos; pero él os dirá: “No sé quiénes sois”. Entonces comenzaréis a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”. Pero él os dirá: “No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”. Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera.

El Párroco

* “El Concilio Vaticano II no ha sustituido ni suprimido una sola verdad de fe ni una sola norma de moral” (Obispo José Guerra Campos).

* La Segunda Persona de la Santísima Trinidad, se hizo hombre por nuestro amor para redimirnos y darnos la eterna felicidad del Cielo.

* Sagrada Congregación del Seminario: “Sin vida interior no se da el verdadero apostolado. El verdadero apóstol sabe que el sacrificio espiritual se yergue enteramente por sobre la gracia y la oración”.

* “El joven de hoy necesita un sentido para la totalidad de la vida: un ideal” (Obispo José Guerra Campos).

* La mediación universal de María por su cooperación a la Encarnación se halla ciertamente revelada en la Sagrada Escritura y en la Tradición divina, de ahí que no haya impedimento alguno para una definición dogmática.

* La mediación universal de María desde el Cielo está en relación orgánica con la maternidad espiritual de María y con la participación íntima en la obra de su divino Hijo, claramente testimoniadas en la Sagrada Escritura; por tanto, no parece imposible su definición dogmática.

* El título de Corredentora viene aplicándose a la Virgen desde el siglo XV. Esta corredención de María no debe entenderse en el sentido de una equiparación con la acción salvadora de Cristo, que es el único Redentor de la humanidad.