“Los santos no nacieron santos; llegaron a la santidad después de una larga continuidad de vencimientos propio”.
Santa Micaela
“Jesucristo: Hijo, no te pese si vieres honrar y ensalzar a otros, y tú ser despreciado y abatido. Levanta tu corazón a Mí en el cielo, y no te entristecerá el desprecio humano en la tierra”.
Tomás de Kempis
“Del mismo modo que los campos, si se los deja sin cultivo, se cubren de zarzas y maleza, así, cuando se descuida la práctica de la religión, vuelven a brotar los vicios de nuestra naturaleza”.
San Valeriano de Lerins
«No hay cosa peor que reconocer la culpa y no llorarla».
San Isidoro de Sevilla
«La muerte os espera en todas partes; pero, si sois prudentes, en todas partes la esperáis vosotros».
San Bernardo de Claraval
«No estéis solícitos por el día de mañana, porque el mañana cuidará de sí mismo. A cada día le basta su malicia”.
San Mateo el Evangelista
«El carácter más apropiado para educar humana y cristianamente a los niños y jóvenes es el que reúne la jovialidad, la afabilidad y la constancia que sólo se hallan en un corazón humilde y bondadoso”.
San Marcelino Champagnat