P. Manuel Martínez Cano m.C.R.
Que personas sin fe voten a partidos políticos que defienden leyes anti-humanas y anti-cristianas se puede entender. Lo que ya no es lógico, queridos lectores, es que católicos practicantes y bien formados apoyen con sus votos a partidos políticos que han llegado al poder y han legislado o mantienen leyes contrarias a la ley de Dios y al magisterio de nuestra santa Madre Iglesia. Ahí están las leyes del divorcio, el aborto y las libertades de perdición que nos invaden. La Congregación para la doctrina de la fe publicó el 24 de noviembre de 2002 -fiesta de Cristo Rey- un documento magisterial con un título muy expresivo: «Nota doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política». Los obispos reconocen que incluso entre los católicos se han introducido «orientaciones ambiguas y posiciones discutibles» contrarios a los principios de siempre de la Doctrina Social y Política de la Iglesia. Sigue leyendo