Jesús crece en el amor de los cónyuges; Jesús crece en las vidas de los niños. Y es por eso que el enemigo ataca a la familia tanto tiempo. El diablo no ama a la familia. Se trata de destruirla destruyendo el amor que hay allí, las familias son iglesias domésticas. Los cónyuges son pecadores, como todos, pero quieren progresar en la fe, en su fecundidad, en los niños y en la fe de sus hijos. Pido al Señor que bendiga a la familia, que sea fuerte en esta crisis en la que el diablo quiere destruirla.
Cardenal Iván Días
Aquí, en Lourdes, como por todas partes en el mundo, la Virgen María está tejiendo una inmensa red de hijos e hijas espirituales para lanzar una fuerte ofensiva contra las fuerzas del Maligno, para encerrarlo y preparar así la victoria final de su divino Hijo, Jesucristo. También nosotros, con las pequeñas cuentas de nuestro rosario, podremos hacer frente a los asaltos de nuestro temible adversario y vencerlo.
Cardenal Velasio Paolis
Urge la necesidad de individuar las causas que generan las situaciones dolorosas. El riesgo está en el hecho de que la sociedad de hoy, y en parte sucede lo mismo en la Iglesia, se agita de frente a los problemas y se mueve de inmediato para eliminar los efectos y las consecuencias más dolorosas y evidentes de estas situaciones sin antes haber examinado las causas que las han producido. De este modo no sólo no se eliminan las consecuencias sino que se corre el riesgo de agravarlas. En realidad se trata de hacer una pausa y reflexionar. Esto vale particularmente para nuestro caso. Se deben individuar primero las causas que están en el origen de la situación tan difícil en la cual se encuentran el matrimonio y la familia. Estamos en una sociedad enferma.
Cardenal Carlo Caffarra
Vivimos una situación inédita. Nunca había sucedido que se redefiniera el matrimonio. Es Satanás, que desafía a Dios, como diciendo: “¿Lo ves? Tú propones tu creación. Pero yo te demuestro que constituyo una creación alternativa. Y verás que los hombres dirán: estamos mejor así”. Todo el arco de la creación se sostiene, según la Escritura, en dos pilares: el matrimonio y el trabajo humano. Este segundo pilar no es ahora nuestro tema, aunque está siendo sometido a una «crisis definitoria»; en lo que concierne el matrimonio, en cambio, éste ha sido institucionalmente destruido.
Cardenal Sarah
Hoy, en el contexto de crisis profunda, que ve a la fe misma cuestionada y sus valores rechazados, creo firmemente que África puede aportar, en su pobreza, en su miseria, sus bienes más preciosos: su fidelidad a Dios, al Evangelio, su compromiso con la familia, con la vida, en un momento histórico en el que Occidente da la impresión de querer imponer los valores inversos.
Cardenal Vingt-Trois
Los sucesos recientes que marcan la historia de los países de Oriente Medio y la caza de cristianos desencadenada por el Estado Islámico para extirpar el cristianismo de esa región del mundo nos animan a pensar con mucho fervor sobre aquellas que precedieron a las víctimas de hoy.