santa faustina kowalskaMontserrat

Los terribles crímenes

“Oh Jesús, ojalá pudiera transformarme en una neblina delante de Ti para cubrir la tierra con el fin de que Tu santa mirada no vea los terribles crímenes. Oh Jesús, cuando miro el mundo y su indiferencia frente a Ti, siempre me vienen lágrimas a los ojos, pero cuando miro un alma consagrada que es tibia, entonces mi corazón sangra.” Santa Faustina Kowalska, Diario de Santa Faustina Kowalska, nº 284.

Imaginaria antonimia

“El anillo vivo de una cadena de siglos, si no está conforme con los que preceden y quiere que sólo estén los que le siguen, puede salir de la cadena para existir por su cuenta; pero no tiene derecho a destruirla ni a privar a los posteriores de los anillos precedentes. Y siendo todas las autonomías iguales, las de los siglos precedentes y las de los posteriores valen más que las de un momento dado de la Historia, aun suponiendo -lo que no ha sucedido nunca- que una oligarquía no usurpe el nombre de todos y no haga pasar el capricho de los menos por la voluntad de los más. Luego por encima de esa imaginaria autonomía está el deber de subordinarse a la tradición hasta por el imperio de las mayorías, que rara vez son simultáneas; pero que, cuando se trata de las instituciones que expresan los grandes hechos de un pueblo, son siempre sucesivas.” Juan Vázquez de Mella, El Verbo de la Tradición, pp. 55 y 56.

Caciques despóticos

“La verdad es que antes de la llegada de los españoles, los indios concretos y singulares no eran dueños de ninguna tierra, sino empleados gratuitos y castigados de un Estado idolatrado y de unos caciques despóticos tenidos por divinidades supremas. Carentes de cualquier legislación que regulase sus derechos laborales, el abuso y la explotación eran la norma, y el saqueo y el despojo las prácticas habituales. Impuestos, cargas, retribuciones forzadas, exacciones virulentas y pesados tributos, fueron moneda corriente en las relaciones indígenas previas a la llegada de los españoles. El más fuerte sometía al más débil y lo atenazaba con escarmientos y represalias. Ni los más indigentes quedaban exceptuados, y solían llevar como estigmas de su triste condición, mutilaciones evidentes y distintivos oprobiosos.” Antonio Caponetto, www.statveritas, Revista Empenta, nº 99 (2º Trim 2015), p. 23.

La dictadura

“«Digo, señores, que la dictadura en ciertas circunstancias, en circunstancias dadas, en circunstancias como las presentes, es un gobierno legítimo, es un gobierno bueno, es un gobierno provechoso como cualquier otro gobierno, es un gobierno racional, que puede defenderse en la teoría, como puede defenderse en la práctica» (Discurso en el Congreso de los diputados, 4 enero de 1849, llamado «de la dictadura»)” Donoso Cortés, Revista Verbo, nº 535-536, mayo-junio-julio 2015, p. 417.

Calidad de vida

“Por primera vez en décadas, la calidad de vida de los hijos es inferior a la -de los padres, la precariedad se convierte en la protagonista de su horizonte laboral, merced a la masiva importación de extranjeros, el pleno empleo técnico no solo ya es una utopía, sino que el paro se sitúa como un elemento estructural, los salarios caen en picado, surgen nuevas formas de esclavitud, se acrecientan las desigualdades entre ricos y pobres, así como las intracategoriales; a la clase trabajadora, con poca o ninguna formación, se le suma el surgimiento de un nuevo obrero, de cuello blanco, universitario y sobrecualificado, cuya frustración crece exponencialmente en la misma medida que lo hace la pobreza relativa; la igualdad educativa degenera en ficción y choca con la desigualdad de oportunidades en función del centro donde se cursa los estudios…” Óscar Rivas, Revista Razón Española, nº 193, septiembre-octubre 2015, p. 215.

Principios buenos y malos

“Los hombres, llevando hasta sus últimas consecuencias sus principios, serían todos santos cuando sus principios fuesen buenos, y serían todos demonios del infierno cuando sus principios fuesen malos. La inconsecuencia es la que hace, de los hombres buenos y de los malos, buenos a medias y malos no rematados. Aplicando estas observaciones al asunto presente del Liberalismo diremos: que liberales completos se encuentran relativamente pocos gracias a Dios; lo cual no obsta para que los más, aún sin haber llegado al último límite de depravación liberal, sean verdaderos liberales, es decir, verdaderos discípulos o partidarios o sectarios del Liberalismo, según que el Liberalismo se considere como escuela, secta o partido.” Félix Sarda y Salvany, El Liberalismo es pecado, p. 14.

Actitud del Caudillo

“Los participantes en la expedición que emprendió viaje con Franco hasta Hendaya nos han dejado testimonio de la conducta de este. Así, Espinosa de los Monteros, embajador en/ Berlín, consideró la actitud de Franco en los siguientes términos: «Mi impresión como español no puede ser mejor, pues conozco a los alemanes (…) la actitud del Caudillo no ha podido ser más viril, ni más patriota, ni más realista, pues se ha mantenido firme ante las presiones, justificadas o no, del Führer y ha pasado por alto con la mayor dignidad los malos modos al no ver satisfechos sus deseos, del Führer y canciller.”” Fernando Paz Cristóbal, Revista Razón Española, nº 194, noviembre-diciembre 2015, pp. 315 y 316.