mariaIsabel

El secreto de María

Feliz y mil veces feliz es en la tierra el alma a quien el Espíritu Santo revela el secreto de María para que lo conozca, a quien abre este huerto cerrado, para que en él entre, y esta fuente sellada para que de ella saque el agua viva de la gracia y beba en larga vena de su corriente. Esta alma no hallará sino a Dios solo, sin las criaturas, en esta amabilísima criatura; pero a Dios, al par que infinitamente santo y sublime, infinitamente condescendiente y al alcance de nuestra debilidad. Puesto que en todas partes está Dios, en todas, hasta en los infiernos, se le puede hallar: pero no hay sitio en que la criatura encontrarle pueda tan cerca y tan al alcance de su debilidad como en María, pues para eso bajó a ella. En todas partes es el pan de los fuertes y de los ángeles, pero en María es el pan de los niños. (1)

(1) Hermoso pensamiento que traduce aquella invitación de la Sabiduría: “Venid, comed mi pan y bebed el vino que os he mezclado”. (Prover. IX) y nos explica también las sorprendentes maravillas de la gracia, que con esta devoción negocian los que en ella perseveran. Nótese que este método de formación espiritual es prácticamente el de la educación materna. Tenemos la debilidad y las necesidades de los infantes, y María tiene el amor infatigable de una madre que a todas provee y todo lo facilita. A manera de niños, no tenemos más que descuidar de nosotros y estar en todo bajo la dependencia de nuestra Madre. (San Luis Mª Grignion de Montfort)

La mujer

Edith Stein

El hombre tiene que ser cabeza de la mujer, -y podemos añadir como explicación: de toda la familia-, en el mismo sentido que Cristo es cabeza de la Iglesia: por eso su función consistirá en gobernar esta pequeña imagen del gran cuerpo místico de Cristo de tal modo que todos sus miembros puedan desarrollar ahí todos sus dones en plenitud y trabajar por el bien del conjunto, y sobre todo que todos alcancen la salvación. El hombre no es Cristo, ni tiene el poder de distribuir los dones. Pero en su poder sí que está el ayudar en su desarrollo (o también obstaculizar); como todo hombre puede, además, ayudar al otro a desplegar sus dones.

El hombre nuevo democrático

De este modo, dejando que sea la propia masa la que vaya aniquilando o absorbiendo toda forma de oposición, se logra el hombre unidimensional que retrataba Marcuse, caracterizado “por su paranoia interiorizada por medio de los sistemas de comunicación masivos”. Este hombre unidimensional, incapaz de exigir y de gozar cualquier progreso de su espíritu, satisfecho en su mundo prefabricado de prejuicios y de opiniones preconcebidas, aún deberá ser programado, sin embargo, para alcanzar el estadio de perfecto hombre nuevo democrático; pues así no sólo será un pelele, sino un pelele feliz. (Juan Manuel de Prada – VERBO)

Actividad política y social

La Iglesia, por medio de sus Pontífices más recientes, sigue exhortándonos a todos, si bien especialmente a los católicos de filas, a mostrarse como tales en todas las ocasiones de su vida, con el objetivo en la dimensión o aspecto social, de construir sociedades, mejor dicho, de reconstruir sociedades y naciones cristianas, que lo sean, no sólo por la vida de sus miembros, sino también por su plasmación en sus instituciones, en sus leyes y en toda su actividad política y social.

En los pasajes citados de Juan Pablo II creo que no hay diferencia con palabras como las de León XIII al ordenar a los católicos qué “han de procurar que todos los Estados reflejen la concepción cristiana (…) de la vida pública”. (52)

(52) León XIII, Inmortale Dei, 23, en Doctrina Pontificia. Documentos políticos, BAC, Madrid, 1958, pág. 217.

O con las de Pío XII al indicar que “la Iglesia no puede renunciar al ejercicio de su misión, que consiste en realizar en la tierra el plan divino de restaurar en Cristo todas las cosas de los cielos y de la tierra”. (53)

Pío XII, Summi Pontificatus, 66, en Doctrina Pontificia. Documentos políticos, ed. cit., pág 793. (Estanislao Cantero – Verbo)

Antes morir que pecar

Sin embargo, aunque no es bueno este temor particular, por el contrario es muy provechoso el temor del pecado en general. Es conveniente rezar con fuerza, amor y convicción la jaculatoria: «Antes morir que pecar».

Encomiendan mucho los Santos procurar divertir el entendimiento con alguna consideración buena como de la muerte de Jesucristo crucificado. Sin hacer fuerza con la imaginación ni congojándose y fatigándose. Se trata solo de hurtar el cuerpo al mal pensamiento y emplearlo en lo bueno. Mientras estemos pensando en Dios y en la Virgen muy lejos estaremos de consentir en lo malo. (Jaime Solá Grané – La castidad, ayer y hoy)

 

 

 

 

 

 

Homosexualidad y esperanza

Los médicos que encuentren pacientes con enfermedades de transmisión sexual adquiridas por actividad homosexual pueden informar al paciente de que hay terapia disponible psicológica y de grupos de apoyo, y que aproximadamente el 30% de pacientes motivados pueden lograr cambiar su orientación. Y en términos de prevención de enfermedades, otros 30% son capaces de mantenerse célibes o eliminar las actividades de alto riesgo. Debieran también preguntar a estos pacientes por abuso de drogas y alcohol, y recomendar tratamiento cuando sea adecuado, puesto que un número de estudios han correlacionados infecciones con ETS a abuso de drogas. (Mulry 1994) – (Asociación Médica Católica – AMCA)

El orden natural

El materialismo afirma que todo es materia, incluso el pensamiento y el espíritu humano. Sus más radicales errores proceden de asegurar que la materia es eterna y que todo es producto del azar. Esto, además de ateo, es totalmente anticientífico. Ni la materia es eterna ni el universo se explica por el azar. Y las ciencias cuanto más se profundizan ofrecen argumentos apodícticos en contra de la eternidad de la materia y del azar como causa del mundo. Para los materialistas no hay orden natural. Niegan a Dios, de Quien en definitiva procede el orden natural. (Mn. José Ricart Torrens – Catecismo Social)