
Me llamas Maestro
y con todo no me preguntas.
Me llamas Luz
y no me ves.
Me llamas Verdad
y no me crees.
Me llamas Camino
y no vas por él.
Dices que soy hermoso
y no me amas.
Dices que soy rico
y no me pides.
Dices que soy eterno
y no me buscas.
Dices que soy misericordioso
y no confías en mí.
Dices que soy noble
y no me sirves.
Dices que soy omnipotente
y no me honras.
Dices que soy justo
y no me temes.
Señor, enséñame a conocerte, amarte y servirte.

En 1977 fue secuestrado largamente don Antonio de Oriol y Urquijo, conocido en toda España. Fue un secuestro penoso, duro, exasperante. Pero la víctima supo reaccionar cristianamente, y expresó en unas declaraciones lo que vivió en aquellas circunstancias. Aquí lo tenemos explicado con sus propias palabras.
*El egoísta, el autosuficiente, el politicazo que quieren cambiarlo todo, son monstruitos. El hombre y la mujer necesitamos a Dios y al prójimo.
El Gobierno, las Cortes y la Justicia desempeñan sus respectivas funciones, y al Jefe del Estado corresponde la coordinación de todas ellas para mantener la unidad de poder. Y es precisamente el ejercicio de esta función coordinadora y el procedimiento para realizarla lo que se regula en la Ley de 14 de julio último, que encomienda al Consejo del Reino y al Consejo Nacional el importante cometido de asistencia al Jefe del Estado, de acuerdo con el elevado rango que ocupan en nuestro ordenamiento constitucional.