Publicado por manuelmartinezcano | Filed under Artículos - Contracorriente
Madre Teresa de Calcuta
19 Viernes Abr 2019
19 Viernes Abr 2019
19 Viernes Abr 2019
Posted Artículos - Contracorriente
inJuan Manuel de Prada
Belloc resume todas las calamidades provocadas por el protestantismo en una, el “aislamiento del alma”, que define como “una pérdida del sustento colectivo, del sano equilibrio producido por la vida comunitaria”. Este veneno corrosivo que introduce el protestantismo adquirirá rango de dogma político a través del liberalismo, que con su exaltación de la libertad individual y la autodeterminación acaba destruyendo toda forma de vida comunitaria. Y, como nos enseña Aristóteles, la vida comunitaria es constitutiva de la naturaleza humana; y, destruida esa forma de vida, los seres humanos no pueden subsistir sino como pies o manos desgajados de su cuerpo, a los que no resta otro destino sino pudrirse. La sociedad liberal, al sustituir los vínculos naturales entre los hombres por vínculos puramente contractualistas creó una forma de coexistencia horrenda, una sórdida “disociedad” por mera agregación de individuos que se soportan a duras penas, en virtud de un “contrato social”, pero que han roto todos los vínculos que los hacían fuertes. En esta “disociedad” se produce, inevitablemente, una hipertrofia del “yo” que, desligado tanto de su Principio trascendente como del bien común de la polis, rompe amarras con la tradición. Así se generan personas cada vez más solipsistas y autistas que acaban cultivando hábitos estrafalarios, proyectando hacia fuera las construcciones mentales más pintorescas o aberrantes, hasta que su unidad psíquica se quiebra. Pues el desarraigo siempre acaba engendrando monstruos. Y como, entretanto, la comunidad ha desaparecido, ni siquiera existen las formas naturales de control que antaño permitían detectar a los monstruos.
Pero, allá donde se ha impuesto la “disociedad” liberal, todas las formas de vida están admitidas; y ni siquiera las conductas más estrafalarias y aberrantes (como las de esos parricidas de Godella) pueden ser censuradas, si no atentan contra la libertad individual de sus vecinos. Pues, mientras la autoridad en una sociedad tradicional se encargaba de garantizar el bien común, la autoridad en la “disociedad” liberal se encarga exclusivamente de asegurar el bien privado de los individuos. Así, el Estado liberal acaba introduciéndose en la conciencia de las personas; y, para asegurar que las libertades individuales no son coartadas, favorece el aislamiento de las almas (exaltando la lucha de sexos, minando la patria potestad, postulando la flexibilidad sexual, etcétera). Así, mientras la autoridad política tradicional refuerza la inclinación natural del hombre a la vida comunitaria, el Estado liberal se pone al servicio de la desestructuración social, de la ruptura de los vínculos comunitarios y familiares, con la excusa de satisfacer las necesidades privadas de aquellos a quienes somete a su molde embrutecedor. Pero, para reprimir la naturaleza comunitaria del hombre, el Estado liberal necesita dotarse de instrumentos coercitivos cada vez más invasivos, que le permitan incluso castigar a una madre por pegarle una bofetada a su hijo levantisco.
Así, el Estado liberal, convertido en una pavorosa máquina totalitaria, a la vez que destruye los mecanismos de defensa comunitaria que antaño permitían la detección de tarados como los parricidas de Godella, castiga a los padres que hacen un uso legítimo de su patria potestad. Es lo que ocurre cuando se produce “una pérdida del sustento colectivo, del sano equilibrio producido por la vida comunitaria”.
(Publicado en ABC)
19 Viernes Abr 2019
Posted Artículos - Contracorriente
inProfesores en instituciones Católicas tienen la obligación de defender las enseñanzas de la Iglesia en materias de moral sexual, para contrarrestar la falsa información sobre la atracción por el mismo sexo, y para informar a los adolescentes expuestos al riesgo o envueltos en homosexualidad, que se puede encontrar ayuda. Debieran continuar resistiendo la presión de incluir la educación sobre condones en el currículo para acomodar a los adolescentes homosexualmente activos. Numerosos estudios han encontrado que tal educación es ineficaz para prevenir la transmisión de enfermedades en la población expuesta. (Stall 1988a-129; Calabrese 1987-130; Hoover 1991-131).
Los activistas de derechos de los “gay” han insistido que adolescentes al riesgo deben ser puestos en contacto con grupos de apoyo que los ayudarán a “salir del closet”. No hay ninguna evidencia de que el participar en tales grupos sirva para prevenir las consecuencias negativas a largo plazo asociadas con la actividad homosexual. Tales grupos no estimularán nunca a los adolescentes a evitar el pecado y vivir castamente de acuerdo con su estado en la vida. Los síntomas de Desordenada Identidad de Género y antimasculinidad juvenil crónica en niños hombres debieran ser tomados en serio. Niños expuestos al riesgo, necesitan cuidados especiales, y más aún aquellos que hayan sido víctimas de abuso sexual cuando chicos.
Los educadores también tienen obligación de dejar de embromar y poner en ridículo a niños que no se ajustan a las normas de género. Recursos para educar a los profesores, planes de lecciones y estrategias para combatir las bromas, tienen que crearse y que ser proporcionadas a los profesores en escuelas Católicas, programas de educación religiosa parroquial (CCD) y en otras instituciones.
Cuando padres Católicos descubren que su hijo o su hija esté experimentando atracción por el mismo sexo o estén envueltos en actividad homosexual, quedan con frecuencia abrumados. Temiendo por la salud del niño, su felicidad y su salvación, los padres con frecuencia se encuentran aliviados cuando se les informa que la atracción por el mismo sexo puede ser tratada y prevenida. Pueden encontrar apoyo de parte de otros padres en Encourage. Y también necesitan ser capaces de compartir su carga con sus amigos cercanos y con la familia.
Los padres debieran ser informados de los síntomas de Desordenada Identidad de Género y de la prevención de problemas de identidad de género, y estimulados a tomar tales síntomas en serio y referir los niños con problemas de identidad de género a profesionales de la salud mental competentes y de moral adecuada.
Declaración sobre la homosexualidad de la Asociación Médica Católica
19 Viernes Abr 2019
Posted Chispicas
inPadre Martínez Cano, m.C.R.
* Jesús curó al enfermo de la piscina “Betesda” que llevaba 38 años enfermo. En el templo de Jerusalén le dijo: “Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor”.
* En 1924 la declaración del Congreso de la Federación Comunista decía: “Ninguna revolución será posible mientras exista la familia y el espíritu familiar… Es preciso destruir la familia”.
* Buscando una palabra en el diccionario, tropiezo con esta: “timocracia”. Gobierno en que ejercen el poder los ciudadanos que tienen cierta renta. En la oligarquía, son menos los que mandan.
* El Cardenal Sarah dijo en Polonia: “Ante todo sois polacos, católicos y, solo después, europeos. No debéis sacrificar las dos primeras identidades en el altar de una Europa tecnócrata y apátrida”.
* Los clérigos que cometieron abusos sexuales con niños, no lo hicieron porque eran sacerdotes mi obispos. Lo hicieron porque eran homosexuales. Pecado gravísimo que conduce al infierno para sufrir eternamente.
* El hombre actual es esencialmente lo mismo que el hombre de hace siglos, cuerpo y alma. Los que han cambiado son ciertos pastores que no quieren predicar el Evangelio de Cristo. Si siguen así pueden condenarse eternamente.