Publicado por manuelmartinezcano | Filed under Imagén - Contracorriente
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25 Jueves Abr 2019
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25 Jueves Abr 2019
Posted Artículos - Contracorriente
in25 Jueves Abr 2019
Posted Mojones
inMontserrat
A lo que debemos agregar la inquietud muy contemporánea de querer resolver los problemas del futuro a través de una buena planificación de la ingeniería genética de los seres humanos del mañana, con el fin de evitar la transmisión hereditaria de rasgos que en muchos casos son considerados ideológicamente negativos y favorecer los positivos. Aquí estamos frente a una eugenesia de grandes dimensiones que busca el cambio de la naturaleza humana. Esa ingeniería genética acompañada de una apropiada ingeniería social llevaría también a la eliminación de las angustias de orden religioso, que algunos de los más notorios representantes de este enfoque intelectual consideran una verdadera alienación patológica. (Mons. Ignacio Barreiro Carámbula – Verbo)
Fuera del mundo capitalista ocurrió un fenómeno análogo, y fue cuando Mao, captando al vuelo la dialéctica de lo joven contra lo caduco, montó sobre ella su “revolución cultural”, es decir, su “reforma intelectual y moral”. La reforma intelectual y moral, fórmula que Gramsci toma de Renán, uno de los más grandes precursores, en esto sobre todo, del fascismo, fue la revolución cultural que la juventud impuso a la sociedad permisiva. Esa revolución cultural consistió, no en destruir el capitalismo burgués, sino en destruirle a éste los valores de su primera etapa, de los que él no sabía cómo desprenderse. (Aquilino Duque – Razón Española)
Apenas existió un señorío de ciertas proporciones sin sus juntas o pequeñas Cortes, y que no habían podido llegar a su plenitud y lozanía, entre otras causas, por el golpe de retroceso producido por la protesta luterana en la civilización europea, y que originó la Monarquía absoluta del siglo XVI, la cual fue obstáculo para que alcanzaran el término de su evolución los gérmenes de verdadero régimen representativo que había en el seno de las monarquías cristianas. (Juan Vázquez de Mella – El Verbo de la Tradición)
En los sufrimientos del alma o del cuerpo trato de callar porque entonces mi espíritu adquiere fortaleza que viene de la Pasión de Jesús. Delante de mis ojos tengo siempre su Rostro doloroso, insultado y desfigurado, su Corazón divino, traspasado por nuestros pecados y especialmente por la ingratitud de las almas elegidas. (Santa María Faustina Kowalska – Diario – La Divina Misericordia en mi alma)
En el segundo caso, el bien común se diluye en el bien de los individuos en contraposición del Estado, en su libertad negativa como autodeterminación, pues el bien y el mal pertenecen a la esfera privada individual por lo que el Estado no tiene ni debe tener opinión acerca de la vida buena; es neutral y como tal ha de acoger en su constitución evolutiva (proceso) el pluralismo de opciones individuales (heterogénesis de los fines). De donde se sigue que “la relación de la voluntad, la obtención de los intereses, el agotamiento de las pasiones y de los deseos tanto de los individuos como los de los grupos, y no –por tanto- la vida según la razón, representa el objetivo que conseguir”. Es la línea Locke-Madison-Maritain. (Juan Fernando Segovia – Verbo)
La investigación ética -apoyada en los modernos conocimientos biológicos, médicos, antropológicos y sociológicos- ha dado en los dos últimos decenios pasos de gigante en la clarificación del amor humano, de su alcance, sus virtualidades, su lógica interna de maduración, sus exigencias. Merced a este esfuerzo investigador podemos ver hoy con nitidez extraordinaria que el amor conyugal se presenta como un fenómeno integrado por cuatro momentos interrelacionados. El dinamismo interno del amor exige que la sexualidad florezca en amistad, y ésta alcance una dimensión comunitaria -abriéndose a la comunidad- y profunda -cobrando conciencia de la vecindad en que se halla el amor conyugal respecto a las fuentes de la vida-. (Alfonso López Quintás – Manipulación del hombre en la defensa del divorcio)
Si claramente aparece que disgustando y ofendiendo al prójimo se obra en bien suyo, claro está que se le ama aún en aquello en que por su bien se le disgusta y contraría. Así al enfermo se le ama abrasándole con el cauterio o cortándole la gangrena con el bisturí; al malo se le ama corrigiéndole con la reprensión o el castigo, etc. Todo lo cual es excelente caridad. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
25 Jueves Abr 2019
Posted P. Manuel Martínez Cano
inPadre Manuel Martínez Cano, mCR.
Me enviaron a dar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola a un grupo de mujeres. Destino Madrid y después a un monasterio de Clarisas que está en medio de campos bien labrados y cuidados. Aquí se apareció la Virgen de la Cruz a Inés una adolescente del lugar el 9 de marzo de 1449. La Virgen le dijo: “Aquí se levantará un monasterio”. Está reconocida por la Iglesia.
Silencio, soledad y oración; ambiente de recogimiento, de intimidad con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Virgen siempre estuvo presente y San José, y Santa Maravillas de Jesús, Santa Teresa de Calcuta…
San Ignacio de Loyola empieza sus Ejercicios dándonos unas orientaciones para hacerlos. “La primera anotación es, que por este nombre Ejercicios Espirituales se entiende, todo modo de examinar la conciencia, de meditar, de contemplar, “de orar, vocal y mental”, y de otras espirituales operaciones según que adelante se dirá”. La vigésima anotación termina con estas palabras: “cuanto más nuestra ánima se halla sola y apartada, se hace más apta para “se acercar y llegar” a su Criador y Señor; y cuanto más así se “allega”, más se dispone para recibir gracias y dones de la su divina y suma bondad”.
El Principio y Fundamento de los Ejercicios de San Ignacio de Loyola es que: “El hombre “es” criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor, y “mediante esto salvar su ánima”; y las otras cosas sobre la haz de la tierra “son criadas para el hombre” y para que le ayuden en la prosecución del fin para que “es” criado. De donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar dellas, cuanto le ayudan para su fin, y tanto debe “quitarse” dellas, cuanto para ello le impiden. Por lo cual es menester hacernos indiferentes, a todas las cosas criadas, en todo lo que “es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío y no le está prohibido”; en tal manera que “no queramos, de nuestra parte”, más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y “por consiguiente” en todo lo demás, “solamente deseando y eligiendo, lo que más nos conduce para el fin que somos criados”.
El Santo nos hace meditar sobre el pecado, el infierno, Cristo Rey y la vida de Jesús, desde su nacimiento a su ascensión al Cielo. Termina con la “contemplación para alcanzar a Dios”. Y dice: “Pedir lo que quiero. Será aquí pedir “conocimiento” interno de tanto bien recibido, para que yo, “enteramente reconociendo”, “pueda en todo amar y servir a su divina majestad”.
Jesucristo nos dice: “Amaros los unos a los otros como yo os he amado”.
¡Amemos siempre hasta la hora de la muerte! ¡Nos espera el Cielo!
Todos los Papas han recomendado hacer los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Los últimos también:
“Qué lástima si desapareciera esta escuela que ha triunfado de la prueba de los siglos…”.
(San Pablo VI)
“Los Ejercicios son una ocasión privilegiada que Dios ofrece a los hombres para ponerse a la escucha del Espíritu Santo y encontrar las repuestas adecuadas a los interrogantes propios en la situación de cada uno”.
(San Juan Pablo II)
“En un tiempo como el actual, en el que la confusión y multiplicidad de los mensajes y la rapidez de cambios y situaciones dificultan de especial manera a nuestros contemporáneos la labor de poner orden en su vida y de responder con determinación y alegría a la llamada que el Señor dirige a cada uno de nosotros, los Ejercicios Espirituales constituyen un camino y un método particularmente valioso de buscar y de hallar a Dios en nosotros, en nuestro alrededor y en todas las cosas, con el fin de conocer su voluntad y de llevarla a la práctica”.
(Benedicto XVI)
“Proponer los Ejercicios Espirituales, significa invitar a una experiencia de Dios, de su amor, de su belleza. Quien vive los Ejercicios de modo auténtico experimenta la atracción, la fascinación de Dios, y vuelve renovado, transfigurado, a la vida ordinaria, al ministerio, a las relaciones cotidianas, llevando consigo el perfume de Cristo”.
(Papa Francisco)
“En nuestra comunidades de Misioneras de la Caridad, hacemos desde el comienzo los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, que son muy hermosos y fructuosos. Los aconsejamos a todos, pues no están reservados a los religiosos”.
(Madre Teresa de Calcuta)