Montserrat
La ingeniería genética
A lo que debemos agregar la inquietud muy contemporánea de querer resolver los problemas del futuro a través de una buena planificación de la ingeniería genética de los seres humanos del mañana, con el fin de evitar la transmisión hereditaria de rasgos que en muchos casos son considerados ideológicamente negativos y favorecer los positivos. Aquí estamos frente a una eugenesia de grandes dimensiones que busca el cambio de la naturaleza humana. Esa ingeniería genética acompañada de una apropiada ingeniería social llevaría también a la eliminación de las angustias de orden religioso, que algunos de los más notorios representantes de este enfoque intelectual consideran una verdadera alienación patológica. (Mons. Ignacio Barreiro Carámbula – Verbo)
La reforma cultural
Fuera del mundo capitalista ocurrió un fenómeno análogo, y fue cuando Mao, captando al vuelo la dialéctica de lo joven contra lo caduco, montó sobre ella su “revolución cultural”, es decir, su “reforma intelectual y moral”. La reforma intelectual y moral, fórmula que Gramsci toma de Renán, uno de los más grandes precursores, en esto sobre todo, del fascismo, fue la revolución cultural que la juventud impuso a la sociedad permisiva. Esa revolución cultural consistió, no en destruir el capitalismo burgués, sino en destruirle a éste los valores de su primera etapa, de los que él no sabía cómo desprenderse. (Aquilino Duque – Razón Española)
Sistema representativo
Apenas existió un señorío de ciertas proporciones sin sus juntas o pequeñas Cortes, y que no habían podido llegar a su plenitud y lozanía, entre otras causas, por el golpe de retroceso producido por la protesta luterana en la civilización europea, y que originó la Monarquía absoluta del siglo XVI, la cual fue obstáculo para que alcanzaran el término de su evolución los gérmenes de verdadero régimen representativo que había en el seno de las monarquías cristianas. (Juan Vázquez de Mella – El Verbo de la Tradición)
Los sufrimientos
En los sufrimientos del alma o del cuerpo trato de callar porque entonces mi espíritu adquiere fortaleza que viene de la Pasión de Jesús. Delante de mis ojos tengo siempre su Rostro doloroso, insultado y desfigurado, su Corazón divino, traspasado por nuestros pecados y especialmente por la ingratitud de las almas elegidas. (Santa María Faustina Kowalska – Diario – La Divina Misericordia en mi alma)
La vida según razón
En el segundo caso, el bien común se diluye en el bien de los individuos en contraposición del Estado, en su libertad negativa como autodeterminación, pues el bien y el mal pertenecen a la esfera privada individual por lo que el Estado no tiene ni debe tener opinión acerca de la vida buena; es neutral y como tal ha de acoger en su constitución evolutiva (proceso) el pluralismo de opciones individuales (heterogénesis de los fines). De donde se sigue que “la relación de la voluntad, la obtención de los intereses, el agotamiento de las pasiones y de los deseos tanto de los individuos como los de los grupos, y no –por tanto- la vida según la razón, representa el objetivo que conseguir”. Es la línea Locke-Madison-Maritain. (Juan Fernando Segovia – Verbo)
Exigencias internas del amor
La investigación ética -apoyada en los modernos conocimientos biológicos, médicos, antropológicos y sociológicos- ha dado en los dos últimos decenios pasos de gigante en la clarificación del amor humano, de su alcance, sus virtualidades, su lógica interna de maduración, sus exigencias. Merced a este esfuerzo investigador podemos ver hoy con nitidez extraordinaria que el amor conyugal se presenta como un fenómeno integrado por cuatro momentos interrelacionados. El dinamismo interno del amor exige que la sexualidad florezca en amistad, y ésta alcance una dimensión comunitaria -abriéndose a la comunidad- y profunda -cobrando conciencia de la vecindad en que se halla el amor conyugal respecto a las fuentes de la vida-. (Alfonso López Quintás – Manipulación del hombre en la defensa del divorcio)
Amor y castigo
Si claramente aparece que disgustando y ofendiendo al prójimo se obra en bien suyo, claro está que se le ama aún en aquello en que por su bien se le disgusta y contraría. Así al enfermo se le ama abrasándole con el cauterio o cortándole la gangrena con el bisturí; al malo se le ama corrigiéndole con la reprensión o el castigo, etc. Todo lo cual es excelente caridad. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
Me enviaron a dar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola a un grupo de mujeres. Destino Madrid y después a un monasterio de Clarisas que está en medio de campos bien labrados y cuidados. Aquí se apareció la Virgen de la Cruz a Inés una adolescente del lugar el 9 de marzo de 1449. La Virgen le dijo: «Aquí se levantará un monasterio». Está reconocida por la Iglesia. 
Y veamos las hermosas alabanzas que concede a España el Santo Padre Juan Pablo II en 1982 por su fidelidad a la fe católica:
A aquellos hombres de Iglesia que han sucumbido al contagio liberal le son aplicables las palabras de Jesús: «vosotros por de fuera parecéis justos a los hombres, más de dentro estáis repletos de hipocresía y de anomía». La gravedad de la hipocresía, lo que la convierte en anomía, en iniquidad, es precisamente el impedir a los hombres entrar por el camino filial y llegar al Padre: «¡Ay de vosotros, porque cerráis (el acceso) al Reino de los cielos delante de los hombres, y ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están por entrar!» (Mateo 23, 13). (Javier Ravasi)