Don Manuel
* El Espíritu Santo vive en nosotros. Quiere hacernos santos.
* Si no nos defendemos de las cosas mundanas, entran en nuestras almas.
* No hay dignidad más sublime que la de ser hijo de Dios. Hijo de María Santísima.
* Aunque seamos pecadores, debemos trabajar como santos para la salvación de las almas.
* La causa de nuestra tristeza, desánimo, tibieza está en que no alimentamos bien nuestras almas.
* «No hay verdadera paz si no viene acompañada de equidad, justicia y solidaridad» (San Juan Pablo II).
* El diablo nos engaña haciéndonos creer que no podemos cambiar, ser santos. Sí podemos, con las gracias actuales.