Kibeho es una pequeña localidad en el sur de Ruanda. Las apariciones comenzaron el 28 de noviembre de 1981, en un tiempo en que estaba creciendo la tensión entre Tutsis y Hutus, y ocurrieron en la Institución de Educación Secundaria para chicas de Kibeho. Entre otras cosas, las videntes tuvieron una visión apocalíptica de una Ruanda hundida en la violencia y el odio que muchos consideran que fue un presagio del genocidio ruandés de 1994. La Virgen María se apareció al grupo con el nombre de «Nyina wa Jambo» (Madre del Verbo), sinónimo de «Umubyeyi W’Imana» (Madre de Dios). Las adolescentes videntes informaron de que la Virgen María pedía que todo el mundo rezara para prevenir una guerra terrible. En la visión del 19 de agosto de 1982, todas las videntes informaron de imágenes de violencia, cuerpos desmembrados y destrucción.
La serie más larga de visiones fue atribuida a Alphonsine Mumureke, quien recibió la primera visión el 28 de noviembre de 1981, poco después de haber sido admitida en el instituto, y justo tras acabar la escuela primaria. También recibió la última visión el 28 de noviembre de 1989. Las visiones de Nathalie Mukamazimpaka empezaron en enero de 1982 y acabaron el 3 de diciembre de 1983. En sus apariciones, Nuestra Señora de Kibeho recomendaba que la gente rezara la Coronilla de los Siete Dolores para obtener la gracia del arrepentimiento. Marie Claire Mukangango tuvo visiones durante seis meses, desde el 2 de marzo de 1982 hasta el 15 de septiembre de 1982. Más tarde murió asesinada en la masacre de 1995 que tuvo lugar en la misma localidad.
Durante la visita que el Papa San Juan Pablo II hizo en 1990 a Ruanda, exhortó a los fieles a dirigirse a la Virgen en tanto que “guía sencilla y segura”, y a rezarle para reforzar el espíritu contra las divisiones existentes entre la población, que desgarraban a la gente y eran tanto de orden político como étnico.
En los 100 días que siguieron al asesinato -en abril de 1994- del dictador Juvénal Habyarimana, según casi todas las fuentes fueron 800.000 los ruandeses (aunque algunas fuentes sitúan la cifra por encima de un millón) asesinados por sus compatriotas y, en algunos casos, por sus mismos vecinos. La violencia fue la culminación de la creciente animosidad entre los dos grupos étnicos – Hutus y Tutsis – y de la guerra civil que la precedió. Kibeho fue el escenario por dos veces de sendas masacres masivas, primero en la iglesia parroquial en abril de 1994, y a continuación un año más tarde -en abril de 1995-, cuando más de 5,000 refugiados que se habían cobijado en Kibeho fueron asesinados a tiros por los soldados.
Solo las visiones de las primeras tres videntes (Alphonsine, Nathalie, y Marie Claire, de 17, 20 y 21 años respectivamente) recibieron la aprobación solemne del Obispo local, Augustin Misago