Una Epopeya misionera
Padre Juan Terradas Soler C. P. C. R
La Hispanidad, firme y prometedora realidad (3)
“Un formidable bloque católico
“Catolicismo es el denominador común de los pueblos hispanoamericanos que en este día celebran su encuentro; el Papado romano, la forma concreta por derecho divino e histórico de la civilización, de la religión cristiana de Hispanoamérica. La unión que se exalta en este día entre las veinte naciones que constituyen la Hispanidad ha de ser para hacer prevalecer siempre los derechos de Cristo en todos los órdenes”.
(Radio Vaticano, 12-X-1948).
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Primeramente Pío XII se representa ante los ojos un hermoso espectáculo. En inmensos y variados territorios del globo, algunos de ellos fecundísimos, ve morar más de ciento setenta millones de sus ovejas, restos de la majada imperial hispánica y herederos de la labor civilizadora realizada por la Nación Madre en aquellas latitudes. Son la continuación viviente de un ideal. Mejor dicho, son el término de ese ideal, pues en una Hispanidad como la actual—con compacta unidad religiosa, racial y cultural— soñaron los héroes de la epopeya cuando acometieron la ardua tarea de la conjunción de los pueblos.
Es que la “epopeya misionera” no fue estéril. ¡La Historia vive en los frutos de sus hazañas! He ahí el hecho consolador que aparece a la mirada solícita del Papa de la Hispanidad.
“No ignora vuestra excelencia el aspecto que el mundo de hoy presenta, no sólo por ser digno retoño de una familia donde se entrecruzan las viejas estirpes ibéricas con las modernas ramas brotadas en la tierra feraz del Nuevo Mundo, sino por venir directamente de ese mismo hemisferio, donde veinte naciones hablando una misma lengua e invocando el mismo y único Dios, hacen de la historia, como afortunadamente se ha dicho, algo actual y palpitante que nunca muere”.
(Discurso a D. Fernando María Castiella, nuevo embajador de España ante la Santa Sede, 13-XI-1951).
Otro aspecto del grupo de naciones iberoamericanas es su cohesión y su catolicidad. Forman un “bloque católico”, uno de los contados bloques católicos con que cuenta la Santa Iglesia. En el mundo agitado de hoy, en que surgen comunidades de pueblos bajo ideologías o modos de vivir acatólicos, es providencial que se alisten también cuerpos de ejército bajo estandartes de Catolicidad. Frente al bloque materialista de los soviets, frente al bloque liberal y plutocrático de los sajones, frente al bloque infiel de los hijos del Islam, el bloque hispanoamericano, macizamente católico, puede jugar un importante papel en la defensa de la Iglesia.
“La América latina, ese formidable bloque católico que el celo misional de las dos grandes madres ibéricas supo edificar para tanto honor suyo y provecho de la Iglesia, por sus dimensiones, por su población, por la robustez de su fe y por el porvenir espléndido que presagia, representa hoy en todos los órdenes, pero especialmente en el religioso, una de las grandes esperanzas del mañana”.
(Discurso a los Rectores de los Seminarios Mayores de América Latina, 23-IX-1958).