Santa Madre Maravillas de Jesús
19 Jueves Dic 2019
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in19 Jueves Dic 2019
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in19 Jueves Dic 2019
Posted Palabras de Dios
inMaría
“No digas: “He pecado, y ¿qué me ha pasado?”, porque el Señor sabe esperar. Del perdón no te sientas tan seguro, mientras acumulas pecado tras pecado. Y no digas: “Es grande su compasión, me perdonará mis muchos pecados”, porque él tiene compasión y cólera, y su ira recae sobre los malvados. No tardes en convertirte al Señor, ni lo dejes de un día para otro, porque de repente la ira del Señor se enciende, y el día del castigo perecerás” (Eclesiástico 5, 4-7).
“En cuanto a vosotros, que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos a vosotros; y que afiance así vuestros corazones, de modo que os presentéis ante Dios, nuestro Padre, santos e irreprochables en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos” (1ª Tesalonicenses 3, 12-13)
19 Jueves Dic 2019
Posted Para pensar
inPablo
Como señala San Lucas, cuando Jesús retorna con sus padres de Jerusalén después de que lo encontraran en el templo discurriendo con los doctores y los ancianos, “Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres”. Tenemos que tener en cuenta que “como ser humano, Él no vive en una omnisciencia abstracta, sino que está enraizado en la historia concreta, en las diferentes fases de la vida humana, y esto le da una forma concreta a su conocimiento”. (Mons. Ignacio Barreiro Carámbula – Verbo)
Los mitos marxistas han sido totalmente superados y abandonados, mientras que el patriotismo y la región ortodoxa han visto un renacimiento inaudito. Pero el país no se avergüenza de su pasado, al que recupera como parte de su historia. Los símbolos comunistas no han sido retirados de sus edificios oficiales ni se han derribado las estatuas de Lenin. (José Alsina Calvés – RAZÓN ESPAÑOLA)
Las incesantes batallas entre católicos y liberales; que por lo mismo que el Catolicismo es la verdad y el Liberalismo la herejía. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
Significamos por paternidad responsable que los cónyuges han de querer y pensar el hijo con amor. Habla así el Concilio Vaticano II: “Dios, Señor de la vida, ha confiado a los hombres la insigne misión de proteger la vida, que se ha de llevar a cabo de un modo digno del hombre. Por ello, la vida ya concebida ha de ser salvaguardada con extremados cuidados; el aborto y el infanticidio son crímenes abominables. (Mn. José Ricart Torrens – CATECISMO SOCIAL)
Alejarse de Dios es alejarse de la verdad. Dicho de otra manera: acercarse a quien fue apodado “padre de la mentira”. Puesto que realidad y verdad coinciden y que la mentira no posee entidad propia, sólo es defecto de verdad, este siniestro programa nunca se actualizará por completo precisamente por ser negación de la realidad. Pero la dimensión de su avance resulta inquietante, utilizando palabras de quien encabeza este escrito, Blanc de Saint-Bonnet, “empujamos cada vez más a las sociedades modernas fuera de la realidad”. Quizás el tiempo en que vivimos, siendo el más materialista, sea, en el sentido aquí propuesto, el menos real que ha conocido la historia. Probablemente en ningún otro tiempo anterior tantas ficciones hayan suplantado tanta naturaleza. Y ante esta sospecha, uno se pregunta: ¿cuántas ficciones más puede soportar una sociedad sin anularse, qué grado de irrealidad admite sin venirse del todo abajo? O lo que es lo mismo: ¿hasta dónde le es factible llegar al hombre en la adulteración de su ser? (Manuel Antonio Orodea – RAZÓN ESPAÑOLA)
Dirigid la vista a la bandera de la Patria, y no os traigáis, por Dios, ¡por Dios os lo pido!, una paz sin honra; y si la traéis, ¡Dios mío, desventurada de nuestra Patria! entonces, ¡que seáis malditos con una maldición especial! (Juan Vázquez de Mella – El Verbo de la Tradición)
Vaya el Sr. Collin con su lectura liberal de Cristo Rey. Por mi parte, como enseña Pío XI y han esclarecido diversos teólogos, filósofos y apologistas católicos, entiendo que el principio de la Realeza de Cristo no es mundano porque no proviene del mundo ni se funda en las potestades terrenas, sino que es de origen divino y por serlo se ejerce sobre todo lo creado, incluso sobre el mundo y sobre la vida humana en su plenitud. (Juan Fernando Segovia – VERBO)
19 Jueves Dic 2019
Posted P. Manuel Martínez Cano
inPadre Manuel Martínez Cano mCR.
San Lucas narra el nacimiento de Jesús en el capítulo segundo de su Evangelio, versículos 1-20: “Y sucedió que mientras estaban allí, le llegó a Ella el tiempo de parto y dió a luz a su primogénito lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada” (6-7).
En el primer punto de su meditación, San Ignacio de Loyola nos recuerda que “debemos ver las personas, es a saber, ver a Nuestra Señora y a Josef y a la ancila y al niño Jesú, después de “ser” nacido, haciéndome yo un pobrecito y esclavito indigno, mirándolos, contemplándolos, y sirviéndolos, en sus necesidades, como si presente me hallase, con todo acatamiento y reverencia posible; y después reflectir en mí mismo para sacar algún provecho”.
De Nazaret a Belén hay unos 120 km. José y María se pusieron en camino para empadronarse, obedeciendo el decreto de Augusto, pagano y usurpador, sujeto a errores y miserias pero la autoridad en aquellos tiempos. San Ignacio nos dice que la Virgen iba “asentada en una asna”.
Llegan a Belén y por no haber lugar para ellos en la posada, se refugiaron en una cueva de las afueras. Un lugar para los animales, lleno de inmundicias que San José va sacando hasta dejarlo limpio. “vino a los suyos y los suyos no lo recibieron”, nos dice San Juan: “Parió a su Hijo primogénito y lo envolvió en pañales y lo puso en el pesebre”, nos recuerda San Ignacio.
La Virgen María estaba en oración altísima cuando, llegada la hora, como el rayo de sol pasa por un cristal sin mancharlo ni romperlo, el Niño Jesús salió del claustro virginal de la Niña Hermosa de Nazaret dónde vivió nueve meses. La Virgen con veneración y amor encendido, lo recibió en sus brazos, lo estrechó contra su pecho, lo adoró con profundo respeto, le besó con cariño maternal y le envolvió en pañales pobres y limpios ¡Hijo mío y Dios mío! San José contemplaba la escena con admiración estática.
Misterio incomprensible y conmovedor: Dios hecho Niño. La Omnipotencia divina reducida a suma impotencia; el dueño del Cielo y la Tierra sin una cuna donde ser colocado ¡Un establo es el palacio del Hijo de David! ¡Un pesebre, el trono del Hijo de Dios!
Jesús unió en la cueva de Belén dos cosas que el mundo tiene por inconciliables ¡pobreza y felicidad! Sí, la pobreza de espíritu, el desasimiento del corazón de todas las cosas son necesarias para alcanzar la felicidad en este valle de lágrimas. Y la humildad. Qué difícil es este anonadamiento en esta vida, sobre todo cuando se tiene conciencia del valer propio ¡Jesús hazme humilde como Tú!
¡Qué felicidad poder haber estado allí y besar al Niño Jesús! ¡Qué digo! A Jesús lo recibimos cada día en la Comunión. Y no nos volvemos locos. Ni santos. Pidamos a la Virgen Santísima que nos alcance la gracia de ser humildes y santos en este mundo de locos y endemoniados.