I
Cuando el corazón se ve
por el desamor herido.
Cuando el desdén y el olvido
le rodean sin cesar.
Cuando su ternura ofrece
y se encuentra rechazado…
Por tu amor, mi Bien amado
¡Qué dulce cosa es AMAR!
II
Cuando el Cielo se oscurece
y calla tu voz querida.
Cuando es martirio la vida
y fuera alivio morir.
Cuando el alma desfallece
sola en tanto desconsuelo…
Por darte a Tí ese consuelo
¡Qué dulce cosa es SUFRIR!
III
Cuando la intención más pura
se ve malinterpretada.
Cuando una acción mal juzgada
se puede justificar
y una palabra dejara
la verdad restablecida…
Por Tí, a tu sombra escondida
¡Qué dulce cosa es CALLAR!
IV
Cuando un sacrificio encuentra
por todo pago amargura.
Cuando una palabra dura
viene el corazón a herir
y el llanto sube a los ojos
como un ardiente rocío…
Pensando en Tí, Jesús mío
¡Es tan dulce SONREÍR!
V
Ah! de la cruz al calor
y al mundo desconocida
es tan dulce por tu amor
dejar deslizar la vida…
y no siendo amada, AMAR
y sin alivio, SUFRIR
y ante el desprecio, CALLAR
y ante el llanto, SONREÍR.
(Mª de la V. de la Salud)
R. Reparadora