«Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies. Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo».
Mossèn Manel
* «Castigaré con la vara sus pecados y a latigazos sus culpas» (Salmo).
* Está visto que en la revolución democrática hay dos clases de ciudadanos. Los que hacen la revolución y los que la explotan.
* Don José Guerra Campos, obispo de Cuenca. Fue obispo de «España». Proclamado por los seglares. Hacen falta obispos de España.
* Si, la religión es un asunto privado.Los políticos no deben olvidar que Dios escogió un pueblo (Israel) al que castigó muchas veces por sus pecados.
* Ernest Hemingway dijo: «Mi vida se ha convertido en una senda oscura que no conduce a ninguna parte, siempre la nada y el vacío; una vida sin meta alguna. Un vacío sin fin».
* ¿Cómo vamos a cristianizar lo que no se puede cristianizar: el mundo liberal, que pone la libertad del hombre por encima de la Verdad. Dios nos ha puesto la libertad para que busquemos la Verdad.
* El liberalismo está condenado por la Iglesia. Lean las encíclicas sociales y políticas de los papas. Pueden empezar por la «Libertas Praestantissimum» de León XIII. Uno de los mejores libros de tema es «liberalismo es pecado» de Sardá i Salvany.
La Iglesia Católica es la sociedad de fieles cristianos fundada por Jesucristo cuya cabeza visible es el Papa.
Recapitulada por el P. Cano
FUNDAMENTOS DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA
La Iglesia Católica es la sociedad de fieles cristianos fundada por Jesucristo cuya cabeza visible es el Papa.
La Iglesia es el Pueblo de Dios, Cuerpo místico de Cristo, comunidad visible de salvación que camina, hacia la definitiva y gloriosa realización del Reino de Dios, a través de la historia.
Cristo fundó la Iglesia para facilitar a la humanidad su salvación eterna. La Iglesia es una sociedad religiosa. Su fin es la santificación y salvación de las almas. Para conseguir este fin sobrenatural, la Iglesia enseña a sus fieles las verdades reveladas por Dios y administra los medios de santificación instituidos por Cristo: los sacramentos.
Por su Fundador, la Iglesia es una institución divina; por los fieles que la constituyen, es una sociedad humana. Por su origen divino, la Iglesia es inmutable; por sus miembros, la Iglesia está sujeta a un desarrollo exterior.
Las fuentes de la Historia de la Iglesia son los testimonios de los hechos acaecidos, en un tiempo y lugar determinado. Su valor será tanto mayor cuanto más se acerquen al hecho que relatan. Se dividen en cuatro grupos: 1) Documentos escritos. 2) Monumentos materiales. 3) Tradiciones orales. 4) Fuentes auxiliares.
1 º Los documentos escritos de la Historia de la Iglesia son: El Nuevo Testamento, las obras de los Padres Apostólicos y Santos Padres, las actas de los concilios, los martirologios, los documentos de los papas, las vidas de los santos, los códices de liturgia, los rituales…
2° Los monumentos materiales de la Historia de la Iglesia son: Templos, edificios, catacumbas, sepulcros, inscripciones, imágenes, medallas…
3° Las tradiciones orales de la Iglesia son los sucesos, transmitidos oralmente, de una generación a otra., hasta nuestros días.
4° Las fuentes auxiliares de la Historia de la Iglesia son: El Dogma, la Moral, el Derecho, la Historia profana, la Geografía, la Cronología, la Paleografía, la Epigrafía, la Numismática…
La Historia de la Iglesia suele dividirse en Edades: Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea.
Edad Antigua (1 – 681). Abarca desde el principio de la Iglesia hasta finales del siglo VII. Se distinguen dos períodos. Desde la fundación de la Iglesia hasta el año 313. Es el tiempo de las persecuciones contra la Iglesia hasta su triunfo con el Edicto de Milán, promulgado por el Emperador romano, Constantino. Del año 313 al 681 la Iglesia se organiza y desarrolla interiormente, protegida por los Emperadores romanos.
Edad Media (681 – 1303). En estos siglos la Iglesia es la cabeza rectora de la civilización occidental, con predominio absoluto en todos los órdenes culturales. Del 681 al 1073, la Iglesia trabaja y lucha para adquirir el prestigio a que aspiraba entre los nuevos Estados occidentales. Del 1073 al 1303, la Iglesia es el centro de la civilización europea. Es el período típico de la Edad Media: la Cristiandad.
De 1303 hasta. finales del siglo XIV sigue el influjo del espíritu cristiano en la sociedad.
Edad Moderna (1303 – 1648). La Edad Moderna es el tiempo de la decadencia del influjo de la Iglesia en la sociedad y también de la reacción espiritual de los mejores de sus hijos contra las ideas anticristianas.
Edad Contemporánea (1648 – hasta nuestros días). Consumada la división de la Cristiandad por la falsa reforma protestante, la Edad Contemporánea se caracteriza por la creciente descristianización de la sociedad y aparece el absolutismo de Estado, que quiere monopolizar todas las actividades, incluso las eclesiásticas.
La Historia de la Iglesia es el conjunto de hechos que muestran su desarrollo externo y su evolución interna.
La Historia externa de la Iglesia comprende su expansión por el mundo, desde la predicación de los Apóstoles hasta nuestros días: persecuciones, triunfos, relaciones con los Estados…
La Historia interna de la Iglesia estudia su organización, su culto, sus sacramentos, su actividad pastoral, el desenvolvimiento doctrinal, la vida moral e intelectual de sus miembros…
La Historia bimilenaria de la Iglesia, analizada desde su perspectiva humana, es similar a cualquier otra historia y, como toda ciencia histórica, está sometida a las leyes de la crítica histórica.
Analizada desde su perspectiva divina, la Historia de la Iglesia es radicalmente distinta a una mera historia humana.
La Historia de la Iglesia se inicia en la Revelación divina. Y, como sociedad divina, influye sobre la sociedad humana, elevándola hasta alcanzar, según frase paulina, »la instauración de todas las cosas en Cristo».
La historia de la Iglesia es teología viva, en el sentido más puro y noble del término.
«Como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús de inminente peligro de la vida, así ahora defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos».
ORACIÓN DEL PAPA LEÓN XIII A SAN JOSÉ
A Vos, bienaventurado José, acudimos en nuestra tribulación, y después de implorar el auxilio de vuestra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido y por el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humildemente os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que, con su sangre, adquirió Jesucristo, y con vuestro poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.
Proteged, oh providentísimo Custodio de la Divina Familia, la escogida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda mancha de error y de corrupción; asistidnos propicio desde el Cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas; y como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús de inminente peligro de la vida, así ahora defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protegednos con perpetuo patrocinio para que a ejemplo vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santamente vivir, piadosamente morir, y alcanzar en los cielos la eterna bienaventuranza. Amén.
Isabel I de Castilla fue reina de Castilla desde 1474 hasta 1504, reina consorte de Sicilia desde 1469 y de Aragón desde 1479, por su matrimonio con Fernando de Aragón. También ejerció como señora de Vizcaya.
JEAN DUMONT, Historiador francés
ISABEL LA CATÓLICA, LA GRAN CRISTIANA OLVIDADA
LA EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA (IV)
La incomparable Isabel
Y fue la incomparable Isabel la Católica, reina de Castilla, quien hizo del poder la garantía de la auténtica proclamación y difusión del mensaje evangélico. Respecto a los indios: preminencia de amor, exigencia de buenos tratos, garantía de la libertad como a los españoles, rechazo del bautismo forzado. Desde 1493, algunos meses después del descubrimiento, Isabel exige en sus instrucciones a Colón que los indios sean tratados “amorosamente” (como se dice en el mismo texto original español); en 1.501 precisa que deben tratarse “como hombres libres que son, y no como esclavos”, y que deben ser evangelizados “sin ejercer sobre ellos ninguna coacción”. Añade en 1503 que se trata de que los indios “vivan y sean como los demás habitantes de nuestros reinos”. Y no son solamente palabras. Los hechos lo confirman: Isabel devolvió libres a las Antillas los esclavos indios que Colón envió a Europa para ser vendidos y destituyó a Colón. De este modo, Isabel fundó al mismo tiempo, desde los primeros años de la conquista, la libertad temporal y la libertad espiritual de los indios. Es la verdadera descubridora de América en el amor y la fe. Las Casas mismo no dejará de referirse a ella destacando que: “Su Alteza no dejaba de exigir que los indios fueran tratados con dulzura y que fueran empleados todos los medios capaces de hacerlos felices”. En 1504, Isabel afirma: “La intención principal de la colonización es llevar a estos pueblos a nuestra santa fe católica”.
Los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo, el publicano; Santiago el Alfeo, y Tadeo; Simón el Celote, y Judas Iscariote, el que lo entregó.
Padre Martínez m.C.R.
* La mujer creada por Dios refleja la belleza del Señor.
* «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad» (Alex).
* «De la boca de los niños de pecho has sacado una alabanza contra tus enemigos para reprimir al adversario y al rebelde» (Salmo 8, 3).
* «Mira voy a entregarte algunos de la Sinagoga de Satanás, los que se llaman judíos y no lo son, sino que mienten» (Apocalipsis 3, 9).
* Sabemos que cristo es Rey del Universo. Me entusiasma gritar ¡Viva Cristo Rey! como los mártires de Méjico, los de Polonia, los de España.
* Los dogmas fundamentales de la masonería discrepan tanto y tan claramente de la razón, que no hay mayor depravación ideológica. Querer destruir la religión y la Iglesia fundada y conservada perpetuamente por el mismo Dios.
* «Don José Guerra Campos estaba convencido de que el Concilio Vaticano II, había sido interpretado y aplicado erróneamente despreciando su profunda y necesaria vinculación con la Tradición de la Iglesia» (Francisco J. Carballo).