«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mí y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles».

Padre Martínez Cano, m.C.R.

* Schrödinger, creador de la mecánica ondulatoria, Premio Nobel: “La obra maestra más fina es la hecha por Dios según los principios de la mecánica cuántica”.

* Mathaway, padre del cerebro electrónico: “La moderna física me enseña que la naturaleza no es capaz de ordenarse a sí misma. El universo supone una enorme masa de orden. Por eso requiere una “Causa Primera”

* grande, que no está sometida a la segunda ley de la transformación de la energía y que, por lo mismo, es sobrenatural”.

* James Jeans matemático, físico y astrónomo: “La moderna teoría científica nos fuerza a pensar en un Creador que trabaja fuera del tiempo y del espacio, pues, éstos forman parte de su Creación. cabalmente como un artista está fuera de su lienzo”.

* P. Carreira, Profesor de Física y Astronomía, en la Universidad de Carroll de Cleveland, E.E.U.U.: “Tenemos pues una perfecta concordancia entre la ciencia moderna y la idea bíblica y cristiana de la Creación. El universo comienza por creación. El concepto de creación está en perfecto acorde con la Física y la Astrofísica modernas”.

* Jean Heidmann astrónomo titular del Observatorio de París publicó en 1.973 un libro titulado “Introducción a la Cosmología” en el que después de muchas páginas de fórmulas matemáticas termina hablando del origen de la materia y dice: “Esto es en toda su sencillez el “fiat lux” expresión bíblica del momento de la Creación”.

* “Vive siempre recogido prestando atención a Dios que está contigo. En cualquier momento puedes hablar con Él” (J. M. Fernández Piera).