JEAN DUMONT, Historiador francés

ISABEL LA CATÓLICA, LA GRAN CRISTIANA OLVIDADA

LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA: SOMBRAS, PERO TAMBIÉN LUCES (XII) 

Documentos científicos excepcionales

Es que las investigaciones de la Inquisición Española, registradas en las “relaciones de causa”, no son en absoluto las intromisiones fanáticas que creen los que nunca las han leído. Son, al contrario, extraordinariamente prudentes, competentes, comprensivas…, modernas, en una palabra y en el mejor de los sentidos. Veamos lo que dice de ellas el especialista danés Gustav Henningsen: “Las actas de los procesos de la Inquisición Española, según la naturaleza de los delitos, nos recuerdan los diagnósticos médicos, las notas de un psicólogo, los análisis detallados de un sexólogo, los apuntes sobre el terreno de un antropólogo, los estudios de casos de un sociólogo, los análisis fenomenológicos de un historiador de las religiones, las descripciones de un historiador de la Iglesia o el esfuerzo de análisis de un historiador literario”. Esto motiva que, hoy en día, sean buscadas en toda Europa como documentos científicos excepcionales para la historia de los comportamientos y la historia de las ideas. Tras la publicación de Inquisición y Etnología (1973), estudio del mismo Henningsen.

Pero teniendo tiempo limitado, pasemos a la otra imagen estereotipada de la Inquisición Española: la tortura. Es inútil que nos extendamos aquí. Esta imagen ha sido rechazada ya categóricamente por el especialista protestante Lea, norteamericano. Ha escrito: “La creencia popular, según la cual la sala de torturas inquisitorial era el teatro de un ensañamiento especial para arrancar confesiones, es un error imputable a los escritores sensacionalistas que han explotado la credulidad pública”. La Inquisición Española, confirmó Kamen, “mantenía en esta materia una política de moderación y de cautela, que permite enjuiciarla favorablemente”. De hecho, tanto cuantitativa como cualitativamente, el decaimiento de la tortura, practicada sistemáticamente en la justicia criminal tanto en España como en el resto de Europa, comienza en la historia moderna con la Inquisición Española.