
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Padre Martínez Cano, m.C.R.
* Cristo es la Verdad. Satanás el espíritu de la mentira.
* No dar a las cosas sino la importancia que tiene. Usarlas en tanto en cuanto me sirven para mi salvación.
* Los que tienen al mundo no tienen a Dios. La oración vence al temor.
* “La oración es nuestra fortaleza. La oración es el consuelo de nuestra alma. La oración es poner la Omnipotencia Divina a nuestro servicio” (Padre Alba).
* Santo Tomás dice que la elevación sobrenatural de los ángeles tuvo lugar al mismo tiempo que Dios los creó. Los ángeles fueron elevados al estado de gracia, pero no al estado de glorificación.
* Los ángeles fueron sometidos a una prueba moral para merecer, con la ayuda de la gracia y su libre cooperación, la visión beatífica de Dios, en un estado definitivo y glorioso.
* Los ángeles buenos superaron la prueba y recibieron como premio la felicidad eterna del Cielo: “Vi y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los vivientes y de los ancianos, y era su número de miríadas y de millares de millares” (Ap 5, 11).