A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños». Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

Don Manuel

* “De todo lo divino lo más divino es cooperar a la salvación de las almas” (San Dionisio).

* Los dogmas de la Iglesia no son literatura. Son verdades que enseña la Iglesia.

* “Hay épocas entregadas al culto monomaníaco del dinero, de la carne, del odio contra Dios o contra el hombre; pero la nuestra ha instaurado el culto totalitario de la mentira” (Juan Manuel de Prada).

* La hispanización de América fue “la última y la más grande de las cruzadas” (Alexander Rauda).

* Es consolador saber que el demonio sólo puede tentar en la medida que Dios le permite: “Dios no permitirá que seáis tentados por encima de vuestras fuerzas” (1ª Cor 10, 13).

* Otra especie de acción diabólica en el mundo es la posesión diabólica, por la que el mal espíritu se apodera del cuerpo humano. El testimonio explícito de Cristo habla de la realidad de este fenómeno. Jesús mismo expulsó demonios (Mc 1, 23ss; Mt 8, 16; 8, 28ss; 9, 32; 12, 22; 17, 18) y confirió a sus discípulos poderes sobre los malos espíritus (Mt 10, 1 y 8; Mc 16, 17; Lc 10, 17ss).

* La Iglesia, haciendo uso del poder que le concedió Nuestro Señor Jesucristo, expulsa a los demonios por medio de los exorcismos, oraciones oficiales de la Iglesia para expulsar los malos espíritus.