JEAN DUMONT, Historiador francés
ISABEL LA CATÓLICA, LA GRAN CRISTIANA OLVIDADA
LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA, ¿PATINAZO O PLAN ORGANIZADO? (VII)
Más nociva que la aristocracia
Ya entonces el último “filosofismo” anuncia el anticatolicismo primordial y director que hemos constatado en la historia social del principio de la Revolución. Como refleja la adhesión persistente a la monarquía y la consideración persistente hacia la nobleza. Marmontel, secretario perpetuo de la Academia francesa, dedicó sus Obras completas en 1787 al rey de Suecia. Acerca de lo que él llamó “fanatismo católico” escribió: “¡Qué enemigo, Señor, para los soberanos! Corresponde entonces a los reyes el unirse, de un extremo a otro del mundo, para asfixiarlo antes de su nacimiento, junto con la superstición que es su germen y alimento”. El ex-abad Raynal, el otro gran “filósofo” superviviente, publicó en abril de 1789 un importante mensaje a los Estados generales, nunca citado y del que hemos también encontrado la edición original. En el que se lee: “Sacerdotes, si hubieseis sido los amigos del Trono, los cooperadores del Magistrado, nadie se hubiera atrevido a atacar a una clase de hombres tan útiles como respetables”. Pero, como para los “filósofos” (lo acabamos de ver en Marmontel) el “fanatismo” católico es el enemigo de los soberanos, el ataque “filosófico” de Raynal se desencadena sin reserva. Primero, se reivindica la destrucción de la misma fe, de la “devoción insostenible”. Hay que “asfixiar”, como dice Marmontel, lo que denomina la “superstición”. “El mundo está demasiado esclarecido, escribe Raynal, como para alimentarse por más tiempo de cosas incomprensibles que repugnan a la razón”. Y el clero debe ser aniquilado porque, señala Raynal, es el “más cruel enemigo del Estado y de la Nación”, y además “entre las clases ociosas de la sociedad, la más nociva”. Más dañina, por lo tanto, que la aristocracia, como podemos observar aquí de nuevo.