P. Manuel Martínez Cano, mCR
San Francisco de Asís dice que no todo es bueno. No el santo del “buenísmo”. A sus frailes les decía, lo que enseñan todos los santos: “Sabed que a los ojos de Dios hay algunas cosas muy altas y muy sublimes, que a veces son consideradas entre los hombres como viles y bajas; y hay otras que son estimadas y respetadas entre los hombres pero que para Dios son tenidas como vilísimas y despreciables”. Un buen ejercicio espiritual sería que, cada uno, hiciera una relación de las cosas altas y sublimes que agradan a Dios y las tenidas por Dios vilísimas y despreciables. ¿El aborto es sublime? ¿Una democracia que desprecia a Dios es sublime?
Los democratistas han descubierto ¡por fin! Que Dios es el hombre. No es el sol, como decíamos la semana pasada. Sigamos el consejo de Jesús “aprended de mí que soy manso y humilde de corazón”. Sigue leyendo →