”En los juicios humanos, se castiga al que confiesa su culpa y en el divino, se perdona. ¡Bendito sea el santo Sacramento de la Penitencia!”.
San Josemaría Escrivá Sigue leyendo
06 martes Dic 2016
Posted La voz de los santos
in”En los juicios humanos, se castiga al que confiesa su culpa y en el divino, se perdona. ¡Bendito sea el santo Sacramento de la Penitencia!”.
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06 martes Dic 2016
Posted Guerra Campos
inFranco y la Iglesia Católica
José Guerra Campos
Obispo de Cuenca
Separata de la obra “El legado de Franco”
Ciertos valores que Franco sirvió a su modo, la Iglesia sigue postulándolos en todo sistema político como indispensables para su legitimidad moral, cualesquiera que sean sus modalidades diferentes. Dentro de la fidelidad a la Iglesia no cabría -ni entonces ni ahora- sugerir que «haya sido un error aquello por lo que a Franco se le ha bendecido». A la luz del Magisterio nada permite modificar sustancialmente lo que la Iglesia deseó o alabó en la obra de Franco respecto a los valores fundamentales que la inspiraban. Sigue leyendo
06 martes Dic 2016
Posted Historia de España
inFue Colón el primer historiador de sus viajes, y ¡ojalá se hubiese conservado cuanto escribió sobre ellos! Pero la fatalidad que parece haber perseguido los primitivos monumentos de la historia americana, nos ha privado de la mayor parte de ellos, y así ni poseemos más que en extracto, hecho por Fr. Bartolomé de Las Casas, el inestimable diario de su primera navegación; ni parece la carta que sobre ella escribió a Toscanelli, y que, por la condición del sujeto, debía ser más extensa que las dirigidas a Santángel y al Tesorero Rafael Sánchez, ni queda relación suya del segundo viaje, aunque Las Casas parece haberla tenido en su poder, y, finalmente, ha perecido, y esto es más doloroso que todo, aquella «escritura en forma de los comentarios de Julio César», en que el Almirante había ido consignando día por día las ocurrencias de sus tres primeros viajes, según se infiere de carta suya al Papa en febrero de 1502, libro que aún existía en 1554, puesto que entonces se dió privilegio para imprimirle a su nieto, D. Luis Colón, el famoso polígamo, que, más cuidadoso de mujeres que de libros, no volvió a acordarse de tal privilegio y dejó perecer en el olvido aquel monumento de la gloria de su abuelo, contentándose con llevar a Italia y vender o facilitar a Alonso de Ulloa el manuscrito de las Historias de su tío D. Fernando. Sigue leyendo