Padre Martínez m.C.R.

El demonio odia a muerte a Dios y, como nada puede contra Él, se revuelve contra sus hijos. Mirando a quien devorar. Paz, hermanos, la Virgen nos protege.

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En el democratismo todo es postizo, plástico. La mayoría no es la mayoría, los consensos nadie sabe dónde se realizan. Los derechos humanos son una tapadera. El aborto es un derecho diabólico.

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Santa Teresa de Jesús decía que la imaginación es una loca. Es una locura imaginarse la reconciliación de la Iglesia y el mundo moderno anticristiano. El mundo debe convertirse, hacerse cristiano.

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El enemigo de la mujer, a la que ya engañó en el paraíso terrenal, es el diablo. Hoy la tienta con miedo a la maternidad. No hay nada más bello y hermoso que el corazón de una madre.

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El principio fundamental del democratismo es la mentira, la mentira y la mentira. El principio fundamental de nuestra fe es la Verdad eterna, el Verbo de Dios hecho vida humana en las purísimas entrañas de la Virgen.

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La mentira modernista y democratista es la pretensión de encontrar la felicidad en los momentos fugaces de la vida, en el bienestar, en la diversión… La felicidad está en el amor a Dios y al prójimo, como Cristo nos enseñó.

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Todo eso que llaman progreso, promete una futura felicidad en la tierra. No llegará nunca porque siempre vivimos en el presente y después la eternidad.