Ven, Espíritu divino
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta e l fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos; por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
Oh Niño Jesús, a ti recurro y te pido que, por la intercesión de tu Madre Santísima, quieras asistirme en esta necesidad (se expone), porque creo firmemente que tu Divinidad la puede socorrer.
*El miedo es una pasión, que no nos domine. Que nadie tenga miedo de acercarse a Jesús, de confesar sus pecados y vivir en la alegría de los hijos de Dios.
Rosita Bertasha Honezar, cuyo nombre artístico es NADIUSKA, es muy conocida en el mundo del cine español. Desde 1983 Nadiuska sintió la llamada a la fe. Su padre estuvo muy grave y esto le ayudó a pensar en la verdad y en la oración. Su padre se curó de una parálisis gracias a la oración «Y desde entonces Jesucristo es lo más importante para mí», dice la artista. Es muy interesante reproducir la entrevista que mantuvo en TVE, en el espacio «Testimonio», el 4 de febrero de 1986, con el director adjunto de dicho programa, José Antonio Martínez Puche.
Corresponde también al Consejo Nacional contribuir muy especialmente a la formación de nuestras juventudes en la fidelidad a los Principios del Movimiento Nacional. Es precisamente en la juventud donde se concretan nuestras mejores y más ambiciosas esperanzas de futuro, pues son las nuevas generaciones las que, por razón natural, han de beneficiarse del esfuerzo que toda la comunidad nacional está realizando para alcanzar una Patria mejor. Pero, al mismo tiempo, han de prepararse para tomar en sus manos, con plena responsabilidad, la antorcha del relevo y proseguir el camino hacia la meta de una sociedad más justa, más libre, más culta.