Publicado por manuelmartinezcano | Filed under Artículos - Contracorriente, Oraciones
Ángel de la Paz
27 Miércoles Jun 2018
27 Miércoles Jun 2018
27 Miércoles Jun 2018
Posted Artículos - Contracorriente
inAldobrando Vals
También sobre esto hay estudios incontestables. Desde muy pronto se pensó en la viruela; se cree que la introdujo en América un esclavo negro de Pánfilo de Narváez, hacia 1520, y se sabe que hizo estragos en Tenochtitlán. Cuando Pizarro llegó al Perú, encontró que la población estaba diezmada por la viruela mucho antes de que ningún español hubiera asomado por allí la nariz: el virus había viajado por selvas y cordilleras a través de los animales. Estudios posteriores como el del doctor Francisco Guerra, señalan sobre todo a la gripe porcina, la llamada “influenza suina”, como causante de la mortandad indígena a principios del siglo XVI. El hecho es que los indígenas americanos, que habían vivido siempre aislados del resto del mundo, recibieron de repente y en muy pocos años el impacto combinado de todos los agentes patógenos difundidos por los buques europeos, sus cargamentos, sus animales, sus pasajeros. Un investigador de la Universidad de Nueva York, Dean Snow, precisa que la gran mortalidad no tuvo lugar en el siglo XVI, sino después, cuando empezaron a llegar niños, es decir: tosferina, escarlatina, paperas, sarampión; fue letal. Del mismo modo que primeros establecimientos españoles en América fueron diezmados por las fiebres, así también los indios, en gigantescas proporciones fueron diezmados por los virus. Virus que sus cuerpos desconocían y que no pudieron resistir. ¿Recordamos algún caso más reciente? Entre los años 1918 y 1919, la llamada “gripe española” causó la muerte de más de treinta millones de personas en todo el mundo. Lo de América no fue inusual.
Los estudios de los últimos treinta años son prácticamente unánimes: hubo ciertamente altas cifras de mortandad entre las poblaciones amerindias, pero las cifras se reparten por igual entre los indios aliados de los españoles y entre sus enemigos, y aún más, las cifras de mortandad entre los propios españoles son, proporcionalmente, más elevadas aún que las de los nativos. Es decir que la mortandad es cierta, pero no el genocidio.
Hoy ningún investigador serio discute que la causa principal de la mortandad entre nativos y entre españoles fueron los virus: los indígenas cayeron a mansalva bajo el efecto de enfermedades que los españoles llevaron consigo y que en aquel mundo eran desconocidas, mientras que los españoles quedaban aniquilados por enfermedades tropicales -malaria, dengue, leishmaniasis, tripanosomiasis, etc.- que no sabían cómo tratar. Ya hemos citado el caso del Perú: cuando llega Pizarro, la población del Imperio inca lleva varios años soportando los efectos de una dura epidemia de viruela mucho antes de que ningún español hubiera asomado por allí el morrión. Otro dato: cuando Hernando de Soto se encuentra con la misteriosa Dama de Cofitachequi, en la actual Carolina del Sur, lo que halla a su alrededor es un poblado convertido en necrópolis por el efecto de las enfermedades. La llegada a las Indias de los primeros niños europeos, con su carga de varicelas, sarampiones, paperas y demás, fue más letal que cualquier ejército. Mientras tanto, las expediciones de Bobadilla, Ovando y Pedrarias, por ejemplo, contabilizaban hasta un cincuenta por ciento de bajas mortales apenas dos meses después de haber desembarcado, los de Pizarro caían fulminados por infecciones, etc. Los avances de la medicina en el último medio siglo han permitido explicar numerosos episodios de este género. Es asombroso que aún hoy tantos historiadores sigan renuentes a introducir el factor médico en sus narraciones de la Conquistas.
De manera que hubo, sí, una mortalidad mayúscula de indios en América, ¡pero no fue un genocidio!, requiere que haya voluntad de exterminio. Eso no pasó en la América española.
(CRISTIANDAD)
27 Miércoles Jun 2018
Posted Hemos leído
inPablo
La lucha en la ONU sobre la “salud reproductiva” tiene más de veinte años. El término fue creado por defensores del aborto como una manera de promover el aborto sin usar la palabra aborto, y como una manera de engañar incluso a los defensores pro-vida. El término también fue impulsado como una manera de crear una nueva norma de aborto, un esfuerzo que, en gran medida, ha fallado, dado que no hay tal acuerdo entre las naciones del mundo. Los líderes pro-vida en la ONU han resistido consistentemente el término, pues, en la Plataforma de Acción de Cairo, la frase incluye abiertamente el aborto, aunque con importantes cualificaciones. (José Ángel Gutiérrez)
Cristo Esposo se une con todos los cristianos en alianza conyugal indisoluble. En el principio, viendo Dios que “No es bueno que el hombre esté solo”, decide: “Voy a hacerle una ayuda semejante a él” (Gén 2, 18. 20), y nace el matrimonio; Adán y Eva están creados el uno para el otro. Ahora, en el tiempo de la Iglesia, Dios ha dispuesto para el hombre en Jesucristo una ayuda en todo semejante a él, menos en el pecado (Heb 2, 17; 4, 15), Jesucristo, el Señor, y por eso ha dispuesto para los cristianos dos vías posibles, las dos maravillosas: el celibato y el matrimonio sacramental. Antes de Cristo la virginidad no tenía sentido, y más bien era considerada como un estado deplorable, como una desgracia. (José María Iraburu)
Llego ahora a mi conclusión, a lo que llamaré la raíz diabólica de nuestra presente crisis. El enemigo de nuestras almas es también, y a fortiori, el enemigo de la Iglesia de Dios. El diablo busca dividir al hombre de Dios, a la mujer del hombre, al administrador de la creación de la misma creación, incluso de su cuerpo. Él busca sobre todo dividir a la Iglesia. Y división en la Iglesia es lo que se puede esperar si justificamos el pecado insinuando oposición entre las perfecciones de Dios; si ponemos a la escritura contra la escritura y tradición contra la tradición, la conciencia contra ambas. La verdad sobre Dios es que es nunca está sin su justicia o su misericordia. “Tampoco se muestra inmisericordemente justo; por su bondad, sin duda, va antes que su juicio y coge precedencia” (Haer 3. 25), las dos trabajando en perfecta armonía. (Douglas Farrow)
Así, el pasado 28 de octubre invitado a Toronto por el movimiento Serviam Ministries y junto al conocido exorcista Fr. Gary Thomas (cuya vida y ministerio inspiró el guion de la película “El Rito”), Zachary reiteró un mensaje central en su conferencia a más de 800 personas: Que para liberar a la humanidad del aborto, se requiere enfrentar una batalla espiritual; y esa lucha debe ser dada con armas espirituales. “Sé que el aborto es un sacrificio satánico”, dijo King y continuó su reflexión advirtiendo: “¿Por qué el diablo intenta matar al no nacido?… Satanás teme ciertas cosas. Una de ellas es la inocencia. No hay nada más inocente que un bebé en el vientre de su madre”. (Portaluz)
Lo “católico” ya no es sustantivo y sustancial, sino adjetivo y cosmético. En poco o en nada se diferencian de cualquier colegio laico. En su lucha contra su propio pasado, contra su identidad y contra el sentido común, desprecian la tradición y abrazan cuantas novedades de última hora ofrecen las modernas corrientes pedagógicas. Lo moderno, la última moda, la última novedad psicopedagógica es acogida con fe de converso: el constructivismo, la enseñanza cooperativa, las experiencias de meditación orientalistas del estilo del yoga, el mindfulness o incluso el reiki. (Pedro L. Llera – INFOCATÓLICA)
Dicho esto, recordamos que el espíritu de fe y el respeto que el católico debe a la jerarquía de la Iglesia le impiden tratar a la Iglesia como una sociedad cualquiera. Si la llamamos “santa Madre Iglesia”, es porque la consideramos nuestra madre, merecedora de todo nuestro respeto y amor. Y no se exponen los defectos de la madre en público, sobre todo en las redes sociales. Pero ya que lo hicieron, hago aquí algunas aclaraciones. La Iglesia, divina en su fundación, gracia, sacramentos y doctrina, pero humana, en los miembros que la componen, tiene, por eso mismo, debilidades y pecados en sus miembros. (Obispo Dom Fernando Arêas Rifan)
El Cardenal Daniel Sturla, afirmó que la ideología de género es “una especie de locura” que va contra Dios creador. El cardenal alertó ante la ideología de género que “se quiere imponer y que nosotros decimos, con el Papa Francisco, que es colonización ideológica”. (José Ángel Guti)
27 Miércoles Jun 2018
Posted Miguicas
inPadre Martínez m.C.R.
* ¿Quiénes asesinan a niños y niñas que viven en las entrañas de su madre? Los sicarios de Satanás.
* Los hombres y mujeres de todos los tiempos, somos humanos, en la medida que amamos a Dios y al prójimo.
* La pretensión de cambiar la naturaleza humana, creada por Dios, es diabólica. No seréis como dioses ¡Seréis bestias!
* Dice San Pablo que el amor no pasa nunca. Vivamos la eternidad, amándonos en la tierra, como nos amaremos en el Cielo.
* La Iglesia ni es anticuada ni revolucionaria, la Iglesia, en todos los tiempos, ha enseñado las verdades eternas y el Evangelio de Cristo.