Publicado por manuelmartinezcano | Filed under Oraciones
Beato, Juan María de la Cruz, scj
02 jueves Ene 2020
02 jueves Ene 2020
02 jueves Ene 2020
Posted Palabras de Dios
inMaría
“Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez; y después de la muerte, el juicio” (Hebreos 9, 27).
“Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú, ¿por qué desprecias a tu hermano? De hecho, todos compareceremos ante el tribunal de Dios” (Romanos 14, 10).
“Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que Yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra” (Juan 15, 18-20).
“Descargad en él todo vuestro agobio, porque él cuida de vosotros” (1ª Pedro 5, 7).
“No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura” (Mateo 6, 31-33).
02 jueves Ene 2020
Posted P. Manuel Martínez Cano
inPadre Manuel Martínez Cano mCR.
San Mateo narra la adoración de los Magos de Oriente al Niño Jesús en el capítulo 2 de su Evangelio, versículos 1-12. “Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos Magos de Oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo… Entraron en la casa, vieron al Niño con María, su Madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino”.
Muchos vieron la estrella especial pero sólo los Magos de Oriente la siguieron con toda diligencia. Era una aventura difícil por los kilómetros que habían de hacer. Si partieron de Persia, el viaje era de cuatro meses; si de Caldea, unos dos meses; si de Arabia, más corto. Pero duro, con molestias; dejaron su vida cómoda y siguieron a la estrella.
Cuando llegan a Jerusalén, como están seguros que un rey ha de nacer en un palacio real, allá fueron. Y preguntaron: «¿Dónde está el nacido Rey de los judíos?» Herodes se turbó, le pudo el miedo. Muchos de nuestros contemporáneos sienten miedo cuando oyen hablar de Jesucristo, de su doctrina. Les han engañado. Jesús es Dios hecho hombre. Nuestro Redentor. Nos ama infinitamente. Nunca nos pedirá nada que no podamos hacer, ayudados con su gracia santificante.
Los doctores y sacerdotes, consejeros de Herodes, dijeron a los Magos donde nacería el Señor. Y siguieron su camino. Herodes se quedó en su palacio. Debemos ser coherentes al enseñar a otros el camino del Cielo: «¡No sea que predicando a los demás la doctrina de la santidad me vea yo condenado!» (1ª Corintios 9, 27). Cumplamos siempre la voluntad de Dios.
Los Magos se extrañaron al ver que la estrella se detenía sobre una modesta casa, no sobre un palacio, como corresponde a un rey. Nosotros sabemos que la Santísima Trinidad vive en el alma que está en gracia de Dios. Es el palacio que más le gusta a Jesús.
Le ofrecieron sus regalos: oro, como Rey; mirra, como hombre; incienso como Dios. ¡No seamos mezquinos! No ofrezcamos a Jesús lo que nos sobra. Lo mejor para Él aunque nos cueste, aunque nos parezca necesario. Las Misiones de la Iglesia en todo el mundo necesitan nuestros donativos. Seamos generosos. Muy generoso.