«Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres». Le replicaron: «Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Seréis libres”?». Jesús les contestó: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre». Ellos replicaron: «Nuestro padre es Abrahán». Jesús les dijo: «Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre». Le replicaron: «Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios». Jesús les contestó: «Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió».
Padre Martínez m.C.R.
* IBI PETRUS IBI ECCLESIA
* “Mil gracias derramando pasó por estos sotos con presura y, yéndolos mirando con sola su figura vestidos los dejó de su hermosura” (San Juan de la Cruz).
* “Dios ordena todos los males para la purificación y santificación de los buenos” (Padre Alba).
* En su carta a los Gálatas San Pablo dice: hermanos: “Para vivir en libertad Cristo nos ha liberado”.
* “La santa palabra de los Papas en defensa de una España cercada desde hace siglos por los rabiosos y despechados enemigos de la gloria de sus triunfos contra el Islam y contra la Reforma” (José Ungría).
* Si Dios, infinitamente bueno, ama el bien infinitamente ¿Cómo se explica el mal que hay en el mundo?
* Hay dos clases de males: el mal físico y el mal moral.
* Dios, infinitamente bueno, no quiere directamente ningún mal. Dios permite el mal físico que proviene de la limitación de la criatura, por el bien sobrenatural que puede seguirse de ese mal físico.