P. Manuel Martínez Cano m.C.R.
El padre Alba explicaba que la descristianización de Europa (Cristiandad) empieza, con el protestantismo, iniciado por Lutero y su falsa reforma. Lutero fue un hereje que no se enfrentó a las malas costumbres de los “papistas”, como suele decirse y escribir. Lutero dijo: “Entre nosotros, la vida es mala, como entre los papistas, pero no los acusamos de inmoralidad”… “Yo no impugno las inmoralidades y abusos, sino la sustancia y la doctrina del Papado”.
Lutero empezó su combate contra la Iglesia de Cristo, con el libre examen de la Sagrada Escritura. Cada uno, puede interpretar la Revelación divina como él quiera. Balmes dice que el espíritu de Lutero no es otro, que el odio a la Autoridad de la Iglesia. Estas son algunas de las afirmaciones de Lutero: “El Papa es el avaro de Roma, el mayor de los ladrones y bandidos que hayan existido y existirán jamás en la tierra”. “Ven aquí Papa-Asno con tus largas orejas y tu boca de mentiroso”, “¿Por qué nos hemos de agarrar al Papa, los Cardenales y a toda la pandilla de la Sodoma romana y lavarnos en su sangre?”.
Esto lo afirmaba Lutero, quien decía de sí mismo: “Yo aquí me hallo insensato y endurecido, ocioso y borracho de la mañana a la noche… En suma, yo que debería tener fervor de espíritu, tengo el fervor de la carne de la lascivia, de la pereza, del ocio y de la soñolencia”. Lógicamente, tuvo que afirmar: “El celibato es una institución maldita”. “Del mismo modo que no está en mi poder dejar de ser hombre, así tampoco dejar de vivir sin mujer”. Y así vivió. Se unió sacrílegamente con Catalina Bora, monja cisterciense, con la que tuvo cinco hijos.
Eclesiásticos hay, que afirman “Lutero puede ser nuestro maestro”. (Cardenal Willebrands – Doc. Cathol. 1983): “Lutero a quien se empeñan todavía algunos en presentárnoslo como un hombre de altos conceptos de pecho noble y generoso, de vindicador de los derechos humanidad, nos ha dejado en sus escritos el más seguro y evidente testimonio de su carácter violento, de su extremada grosería y de la más feroz intolerancia”.
Leamos al P. Llorca S.J. Leamos “El protestantismo comparado con el Catolicismo”, del Jaime Balmes.
Recemos. Recemos mucho. Que la Virgen Santísima nos proteja y conserve la fe Católica, única verdadera.