

Ofrenda
07 jueves Jun 2018
Posted in Oraciones
07 jueves Jun 2018
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07 jueves Jun 2018
Posted in Mojones
Montserrat
Precisemos que el liberalismo no acepta, también por principio, la existencia de verdades políticas, sociales y morales. Esto no siempre se reconoce, pero es lo que enseñan la generalidad de los filósofos políticos de esta corriente. En su sociedad abstracta dicen que los hombres, de hecho, no se ponen de acuerdo en una gran cantidad de cuestiones políticas. A partir de ahí dan un salto y sostienen que nunca podrán ponerse de acuerdo, particularmente en aquellas cuestiones políticas basales o esenciales. (Julio Alvear Téllez – Verbo)
Se comete verdadera complicidad votando candidatos liberales, y esto aunque no se voten por la razón de tales, sino por opiniones económicas o administrativas, etc., de aquel diputado. Por más que en una cuestión de éstas puede estar conforme tal diputado con el Catolicismo, es evidente que en las demás cuestiones ha de hablar y votar según su criterio herético; y se hace cómplice de sus herejías el que le puso en el caso de que fuese a escandalizar con ellas el país. (Sardá y Salvany – El liberalismo es pecado)
Yo, que admito el cuadro completo de las libertades regionales, y entre ellas la de conservar la propia legislación civil en lo que tiene de primitiva y de particular, aunque en parte, como sucede son el Código Penal, con el mercantil, con parte del procedimiento y con casi toda la contratación del Derecho civil, que en el fondo es romana, puede ser común: proclamo además el pase foral como escudo necesario para defenderlas contra las intrusiones y excesos del Estado, y reconozco también que es diferente la intervención del Monarca en el Señorío de Vizcaya, por ejemplo, o en las Juntas de la Cofradía de Arriaga, de la Gran Comunidad alavesa, o en las Guipuzcoanas, en Cataluña, en Aragón o en Castilla: porque unas son las atribuciones generales que tiene el Rey como del Estado común, y otras las que, como Rey, Conde o Señor posee con soberanía parcial en diferentes regiones. (Juan Vázquez de Mella – El Verbo de la Tradición)
Oh alma mía, adora al Señor por todo y glorifica su misericordia, porque su bondad no tiene límites. Todo pasará, pero su misericordia no tiene límites ni fin; si bien la maldad llegue a llenar su medida, en la misericordia no hay medida. (Santa María Faustina Kowalska – Diario – La Divina Misericordia en mi alma)
Luego llegan las quejas de la falta de interés por la mediocre prensa española que vive del presupuesto. Luego nos quejamos de que haya millones de españoles hartos que canalicen su indignación votando por el totalitarismo de izquierdas. Pero sembrar ignorancia no traerá nada que pueda mejorar nuestro mundo. Y eso es lo que hacen los medios de prensa del mundo occidental: fabricar ignorantes a todos los niveles. Ineptos, incapaces mentales que no pueden pensar por sí mismos mientras creen que las consignas que repiten son originales, cuando son solamente las inoculaciones inyectadas desde un inmenso poder mediático. Terrible. Cierto. (Blas Piñar Pinedo – Razón Española)
Sin embargo, la razón de la elección está en el bien y no en la elección misma. Por eso es propio de la vida moral formar virtudes que, aunque son hábitos electivos, su primer efecto es ordenar la voluntad respecto del bien. Por ello, mientras mayor sea el bien, me nos posibilidad de ser elegido. Será simplemente amado, intentado, pero no elegido. El bien que se elige aparece siempre como alternativa frente a otro bien. Por eso, los bienes más altos, aunque objeto de amor, no son objeto de elección. Ellos son fines, más que realidades que conduce a los fines. (José Luis Widow – Verbo)
La realidad es la que en definitiva vence a quienes se convencen mutuamente, y promociona su libertad. Al dejarse iluminar por la verdad, todos salen vencedores. Cuando alguien declara lo que estima como verdadero, conforme a realidad, no intenta imponer determinados contenidos al entendimiento de las gentes y pautas de conducta a la voluntad. Quiere obligar a los hombres interiormente, de forma activo-receptiva, a realidades y valores que perfeccionan su vida en cuanto impulsan y nutren su capacidad creadora. (Alfonso López Quintás – Manipulación del hombre en la defensa del divorcio)
07 jueves Jun 2018
Posted in P. Manuel Martínez Cano
Padre Manuel Martínez Cano mCR.
La radicalidad del Evangelio es sublime. El Señor pide que seamos perfectos como su Padre celestial es perfecto. Aristóteles decía que «la tristeza corrompe la obra y la alegría la perfecciona». Por tanto, para ser perfectos, «cuando hacemos el bien, hemos de hacerlo con alegría», como decía San Gregorio Nacianceno.
«Los santos, mientras vivían en este mundo, estaban siempre alegres, como si siempre estuvieran celebrando fiesta» (San Atanasio).
«El que piensa y espera en el Cielo, no puede tener en la tierra un solo momento de tristeza» (Tomás de Kempis).
«Ser santo entre nosotros, es problema de alegría; uno se hace santo a base de alegría» (Santo Domingo Sabio).
«Un santo triste es un triste santo» (Santa Teresa de Jesús).
San Agustín decía que lo que «más odia Dios después del pecado es la tristeza». Guerra a la tristeza, «de penas que se acaban no hagan caso de ellas» (Santa Teresa). Sí: «estad siempre alegres, porque la tristeza es la más perniciosa de todas las emboscadas del demonio; porque aquellos a quienes el demonio domine, serán dominados por la tristeza» (San Juan Crisóstomo).
«Una de las reglas fundamentales de discernimiento de espíritu podría ser: donde hay tristeza, donde muere el humor, allí no está ciertamente el espíritu de Jesucristo. Al revés: la alegría es una señal de la gracia. Quien se alegra profunda y cordialmente, quien ha sufrido y no ha perdido la alegría, no está lejos de Dios, que es el espíritu de la alegría eterna» (Cardenal Ratzinger).
No estés nunca triste, porque la tristeza significa haber perdido la esperanza en Dios. El Señor te ha creado para vivir eternamente alegre; sería absurdo vivir tristes en este relámpago que es la vida. Si se burlan de ti, si te persiguen, si te calumnian, no pierdas la alegría.
«Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo. Si os ultrajan por el nombre de Cristo, dichosos vosotros, porque el Espíritu de la gloria, el Espíritu de Dios, reposa en vosotros» (Filipenses 4, 4).
Nuestro Señor Jesucristo dijo a sus discípulos: «Alegraos y regocijaos porque vuestros nombres están escritos en el Cielo» (Lucas 10, 20).
Jesús dijo en el sermón de la montaña: «Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios».
¿No es verdad que una triste experiencia te dice que son pocos los hombres de corazón limpio?
¿Puede darse un espectáculo más hermoso que, bajo un rostro simpático, de modales educados, hallar un corazón puro, limpio, casto?
Esos corazones castos, que parece que asoman por los ojos; esos corazones limpios que para conservarse puros sostienen luchas titánicas; esos corazones puros, que a pesar de sentir el atractivo hacia lo pecaminoso…; ¡son santos! sólo esos corazones son felices, verán a Dios en el Cielo y ya le gozan en esta tierra. A ellos se comunica el Señor de la pureza. En sus ratos de meditación diaria, van almacenando castidad, limpieza de alma, santidad. Y son felices, a pesar de las luchas, de las tentaciones y de los ataques del mundo, del demonio y de la carne.
Los sucios de corazón, los que se revuelcan en el cieno de la lujuria, los corazones podridos ¿cómo pueden ser felices si llevan en sí mismos el germen de su infelicidad?
La pureza de corazón es la virtud por excelencia, la que más esfuerzos cuesta; pero es la virtud más amada de tu Madre, la Virgen María. Acude a Ella, pídele que te conserve siempre un corazón puro. Y si caes, pídele que te levante y te proteja con su manto virginal y serás santo.