Notas, 93-98
93 – Sleek: Cita a Linda Garnet, Presidenta de la APA Comité para el avance de la Psicología para beneficio del Público, quien afirma que las terapias de reorientación «se alimentan del prejuicio social hacia los gay y puede exacerbar los problemas de un paciente con pobre auto estimación, vergüenza y sentimientos de culpa».
94 – Smith: «Naturalmente, todos los padres quisieran que sus niños fueran felices y que se parezcan a ellos, y si fuera posible impedir una adaptación homosexual (para no mencionar el transexualismo) la mayoría de los padres celebrarían la intervención. Por otra parte, esto despierta dudas de ética similares a las líneas de otras “Soluciones Finales” a problemas de minorías» (p. 67).
95 – Begelman: «La recomendación no se basa en ningún desacuerdo abstracto con el principio de que los pacientes tienen el derecho de buscar ayuda para reducir la ansiedad o las molestias. Pero toma conocimiento del hecho que la persona homosexual que busca tratamiento lo hace la mayor parte de las veces porque ha sido forzado a adoptar una visión convencional y prejuiciada de su conducta. Sobre qué base ética, podemos preguntar, estamos obligados a abandonar al paciente a favor de una lealtad a un conjunto de consideraciones abstractas» (p. 217).
96 – Silverstein: «Sugerir que una persona busque voluntariamente cambiar su orientación sexual es ignorar las poderosas tensiones del ambiente, opresión y si se quiere, que les han dicho por muchos años que debieran cambiar… Lo que los trae a la consulta es sensación de culpa, vergüenza, y la soledad que nace de su secreto. Si uno los quiere ayudar realmente a elegir con entera libertad, sugiero que empiecen por desensitizarlo de su sentimiento de culpa. Permítanle deshacerse de la vergüenza causada por sus deseos y comportamiento y a sentirse cómodos con su sexualidad. Después de eso, déjenlo elegir, pero no antes» (p. 4).
97 – Barrett: «Ayudar a los «gay» y lesbianas a separarse de la autoridad religiosa externa puede desafiar la aceptación de tales principios por el consejero» (p. 8).
98 – Nelson, profesor de ética Cristiana, defiende la infidelidad homosexual: “… No es sensible ni justo el juzgar a los hombres “gay” y a las lesbianas por el ideal heterosexual de una relación monógama… Algunas de esas parejas (como también algunas parejas heterosexuales) han explorado relaciones en las que se admite la posibilidad de intimidad sexual con otras personas secundarias» (p. 173).
Declaración sobre la homosexualidad de la Asociación Médica Católica