ÚLTIMOS MOMENTOS DE VIDA DE SAN JOSÉ CON JESÚS Y MARÍA
TERCER PRIVILEGIO
Os felicito, glorioso San José, y doy infinitas gracias a Dios, porque os concedió la dicha de fortaleceros y santificaros con el frecuente contacto y el trato íntimo de nuestro adorable Redentor: por esta vuestra felicidad os suplico que me alcancéis la de no morir sin el auxilio espiritual del Sacramento de la Extremaunción que alivia la enfermedad corporal, si conviene, y sana el alma de las reliquias de los pecados. Así sea, Jesús, María y José.
Por otro lado, en toda América y particularmente en Méjico, hubo una simbiosis entre el arte cristiano y los artes precolombinos. Fue este colosal testimonio que es el arte indo-cristiano del, siglo XVI, cuyo primer balance fue publicado por el especialista mejicano Constantino Reyes Valerio, quien reunió sólo en Méjico, 120 monumentos y decenas de miles de metros cuadrados de pintura. Este arte indo-cristiano que manifiesta, según los términos del profesor de Princeton, Américo Castro, la “potencia artística” de la evangelización americana. Y donde el protestante inglés Toynbee, en su Religión vista por un historiador, celebra el modelo mundial de la fusión gozosa de dos civilizaciones en el Nuevo Mundo.
* La confianza en Dios se cría con las deudas. Padre Alegre. (fundador de seis Cottolengos).
* «No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás» (Flp 2, 2-4).
* «El amor de Dios es presentado en muchos pasajes como amor «masculino» del esposo y padre» (cf Os 11, 1-4; Jer 3, 4-19).
* «Dios vive su vida en la comunicación de su Familia Divina, y esa misma vida la quiere vivir con nosotros» (Trinidad Sánchez Moreno).
* Santo Tomás de Aquino, Maestro de maestros y Doctor Angélico, dice: «que percibir un precio por el uso del dinero prestado es lo que se domina la usura».
* No tenemos ningún motivo para estar tristes. Cristo me ama en esta vida me amará eternamente en el Cielo. El demonio quiere que estemos tristes. «Tristar» es su empeño.
* ¡Libertad! ¡yo quiero ser libre! ¡yo quiero hacer lo que me gusta! Y nada más. Esta llamada libertad es la esclavitud de los deseos, los instintos, los vicios, los pecados. Todo protegido por la democracia.