«No atesoréis tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Atesorad tesoros en el Cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los coman ni ladrones que abran boquetes y roben. Porque donde está tu tesoro allí está tu corazón. La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Y si la única luz que tienes está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!».

Padre Martínez Cano, m.C.R.

* Ecología, cambio climático, nuevo orden mundial. Al mundo le falta amor, señores eclesiásticos.

* El descubrimiento y evangelización de América es una obra sin par en la historia. Aquellos españoles amaban a Dios y a la Virgen.

* “Ese enfermo de lepra, ese enfermo de la enfermedad que sea, ese borracho; todos son hermanos y hermanas nuestros” (Santa Teresa de Calcuta).

* “¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe si no tiene obras? ¿Es que esa fe le podrá salvar? La fe sin obras, por sí sola está muerta. Enséñame tu fe sin obras y yo, por mis sobras. Te probaré mi fe” (Carta de Santiago).

* Después de su resurrección, Jesús se aparece por segunda vez a sus discípulos y dirigiéndose al incrédulo Tomás, le dice: “Acerca tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo, sino creyente”. Tomás dijo: “Señor mío y Dios mío” (Jn 20, 27-29).

* Los Evangelios narran 18 curaciones de enfermos, 12 que indican el dominio absoluto sobre la naturaleza, 3 resurrecciones de muertos, 5 expulsiones de demonios. Milagros tan evidentes que hasta los enemigos de Jesús se vieron obligados a decir: “¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos milagros” (Jn 11, 47).

* “Joven, a ti te lo digo, levántate”. El muerto se incorporó y se puso a hablar, y Él se lo dio a su madre. El temor se apoderó de todos, y alababan a Dios, diciendo: “Un gran profeta ha surgido entre nosotros” y “Dios ha visitado a su pueblo” (Lc 6, 11-16).