Un defecto de nuestro carácter es el de realizar grandes esfuerzos para dejarnos caer más tarde en la laxitud y en la confianza. En el tiempo que corremos no cabe el descanso. No es época en que se puedan desmovilizar los espíritus después de la batalla, ya que el enemigo no descansa y gasta suma ingentes para minar y destruir nuestros objetivos. Se hace necesaria la tensión de un Movimiento político que, levantado sobre los principios proclamados que nos son comunes, mantenga el fuego sagrado de su defensa.
(2-1V-1959: Inauguración del Valle de los Caídos.)
* “La santidad solo se adquiere entre espinas y adversidades” (San Alfonso María de Ligorio).
* No haya entre los tuyos quien quemen a sus hijos y a sus hijas (Deuteronomio).
* La verdad jamás oprime la razón; la verdad libera al hombre de la esclavitud del error y de la mentira.
* “Guárdeme y olvídeme, / el rostro decline sobre el Amado, cesó todo y déjeme, / dejando mi cuidado / Entre las azucenas olvidado /” (San Juan de la Cruz).
* Es de sentido común, como dice San Ignacio de Loyola, que la primera aparición de Jesús fue a su Madre Santísima, aunque no la refieran los evangelistas.
* Saboreemos gozosamente la primera aparición a los Apóstoles: “Estaban hablando de estas cosas, cuando Él se presentó en medio de ellos y les dijo: “La paz con vosotros”. Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu.
* Pero Él les dijo: “¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo”. Y diciendo esto les mostró las manos y los pies. Como ellos no acababan de creérselo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: “¿Tenéis aquí algo de comer?” Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. Lo tomó y comió delante de ellos.