María Angustias Giménez Vera nace en Granada el 21 de agosto de 1849 y el 27 del mismo mes recibe el sacramento del bautismo en la parroquia de los Santos Justo y Pastor. De su familia recibe una esmerada educación religiosa y una instrucción adecuada a su tiempo.
En 1871 conoce a María Josefa Recio con la que establece una profunda amistad humana y espiritual y con la que comparte su aspiración de fundar una institución religiosa, proyecto humanamente imposible porque María Josefa era casada y ella de salud frágil y delicada. En Granada conocen al P. Benito Menni, restaurador de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en España, al que eligen como maestro espiritual y con el que María Angustias comparte su proyecto de fundación.
Después de la muerte del esposo de María Josefa ambas salen de Granada y llegan a Ciempozuelos el 22 de junio de 1880, donde las recibe el P. Menni en una modesta casa. En un ambiente de extraordinaria pobreza, oración y fraternidad da comienzo la Congregación.
El 31 de mayo de 1881 toma el santo hábito con el nombre de sor Corazón de Jesús y ese mismo día comienza el noviciado con el reducido grupo de las 10 primeras hospitalarias. El día 15 de noviembre de 1885 hace la profesión simple perpetua.
Los últimos años de su vida los pasó en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), donde muere el 2 de agosto de 1897. En 1983, fueron encontrados sus restos mortales en el nicho de su familia, en el cementerio de Sant Boi de Llobregat. Reposan en Ciempozuelos, junto al Beato Benito Menni y María Josefa.
Perfil humano y espiritual
María Angustias abandona su casa, su familia, su tierra para entregarse a Dios y a los enfermos y necesitados en la obra maravillosa que el P. Menni trataba de fundar y en la que ella había soñado desde muy joven.
El ambiente familiar, la educación recibida, su misma salud delicada y su sensibilidad espiritual contribuyeron a centrar su atención en el cultivo esmerado de la vida espiritual; la unión con Jesús a través de la oración; la vivencia de la Eucaristía que toma una modalidad fuertemente hospitalaria ya que acoger a Jesús es acoger también al pobre y al enfermo; el amor a María, Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús, escuela en la que brotan las dos dimensiones básicas de la espiritualidad hospitalaria, que son la contemplación y la acción, el amor y el servicio.
La hospitalidad de María Angustias se traduce en una fraternidad que constituye la unión de corazones.
A ella se debe el haber conservado la llamada Primera Regla de la Congregación: rogar, trabajar, padecer, sufrir, amar a Dios y callar, lema que identifica a las hospitalarias y que María Angustias recortó de la primera carta que escribió el P. Menni desde Barcelona.
Por encargo del P. Menni escribió la Relación sobre los orígenes de la Congregación, obra fundamental para conocer la espiritualidad del Instituto a través de la cual se nos revela su sensibilidad humana y espiritual, la sencillez de su vida y la profundidad de su alma.
El itinerario espiritual de María Angustias se consuma en el silencio y en una paz admirable. Esta es la gracia que había pedido siempre y que consigue por medio de María, la que permaneció firme y creyente al pie de la cruz.
Oración de intercesión
Señor Jesús, de cuyo Corazón procede el carisma de la misericordia en el servicio a los enfermos, que Tú mismo descubriste a tu sierva María Angustias Giménez Vera, alimentado en ella en ella un deseo de amarte sin límites y de alabarte por toda la eternidad.
Concédenos ahora, por su intercesión, experimentar su bondad en favor de…
Y así, mientras se obra en nosotros tu salvación, te glorificamos a Ti que, con el Padre y el Espíritu Santo, vives y reinas por los siglos. Amén.
