+ Josep Àngel Saiz Meneses
Obispo de Terrassa
30 abril, 2016
“El pensamiento se dirige ahora a la Madre de la Misericordia”. Con estas palabras se inicia el número 24 de la bula del Año Santo que estamos celebrando. Era previsible que el papa Francisco, entrañablemente devoto de María, le dedicara un apartado. Este apartado me sirve también a mí para hacer la reflexión de este domingo sobre la Virgen María, en el comienzo de mayo, el mes a ella dedicado. “La dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo, para que en todo podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios”, dice en este número el Santo Padre, que nos invita a dirigirnos a Santa María “con la antigua y siempre nueva oración de la Salve Regina, para que nunca se canse de volver a nosotros sus ojos misericordiosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la misericordia, su Hijo Jesús.” Sigue leyendo