El secreto de María
Puesto que María ha formado la cabeza de los predestinados, Jesucristo, tócale a ella el formar los miembros de esa cabeza, los cristianos: que no forman las madres cabezas sin miembros, ni miembros sin cabeza. Quien quiera, pues, ser miembro de Jesucristo, lleno de gracia y de verdad, debe formarse en María, mediante la gracia de Jesucristo, que en ella plenamente reside, para de lleno comunicarse a los verdaderos miembros de Jesucristo y a los verdaderos santos (1). Sigue leyendo