La historiografía liberal de mediados del siglo XIX, que sentó las bases de la posterior en cuanto a la narración del período de crisis del antiguo régimen y establecimiento del régimen liberal, o ha ocultado la matriz religiosa de los conflictos que marcan el período, o ha acusado a la Iglesia de provocarlos con su oscurantismo.
Miguel Ayuso
Uno es estrictamente ontológico y me refiero a la cualidad del embrión humano en cuanto sea perteneciente a la especie. No existiendo ninguna forma de ser humano que no sea personal se concluye que el embrión es persona.
José Miguel Serrano Ruiz-Calderón
Los progresistas o modernistas, en suma, si mantienen la aconfesionalidad del Estado y han dejado de ansiar que Cristo reine en la sociedad es porque han perdido la fe, precisamente porque han convertido a Dios en una opción o en un valor subjetivo de la conciencia.
José Miguel Gamboa
Todos los historiadores -reconocen algunos a regañadientes- que la guerra civil 36-39, o quizás mejor, octubre del 34-abril del 39, tuvo unas implicaciones religiosas tan patentes y de tal magnitud, que no es exagerado llamarle cruzada.
Mª Rosa de Madariaga
El criterio de la guerra justa se encuadra dentro de la teoría del Estado para designar las circunstancias donde la primera y más urgente de las obligaciones frente al mal es frenarlo. Lo que implica que hay momentos en donde hacer la guerra es moralmente necesario para proteger al inocente.
George Weigel
Los estados aconfesionales, en cierto modo, tienden a adoptar una “cuasi confesionalidad laical”, dado que la referencia a ciertos valores supremos plasmados en tratados internacionales, que se erigen en directriz interpretativos de los derechos y libertades fundamentales del ordenamiento, suplanta la referencia a los valores religiosos que articulan los estados confesionales.
Rafael José de Espona
El catolicismo en la Edad Media no solamente conducía al hombre al cielo, sino que también suscitaba la belleza y la gloria sobre la tierra. Ahí está su gran secreto.
- Berdiaeff
Según Santo Tomás lo sobrenatural no destruye lo natural, sino que lo lleva a su culminación. Además todo lo natural, ya perfeccionado, es ordenado al fin sobrenatural. El catolicismo siempre ha sido unitivo y armonizador.
Eudaldo Forment
