Es preciso volver al confesionario, como lugar en el cual celebrar el sacramento de la Reconciliación, pero también como lugar en el que «habitar» más a menudo, para que el fiel pueda encontrar misericordia, consejo y consuelo, sentirse amado y comprendido por Dios.
Benedicto XVI, discurso a los participantes en el XXI Curso sobre el fuero interno
organizado por la Penitenciaría Apostólica, 11 de marzo de 2011